Pedirán a corte de Brasil autorizar abortos en casos de microcefalia
Un grupo de investigadores, abogados y activistas brasileños planteará un recurso ante la corte suprema para que se autorice el aborto en casos de microcefalia, tras una epidemia del virus Zika que se sospecha tiene relación con esas malformaciones.
“Estamos frente a un daño causado por el Estado”, explicó a la AFP la antropóloga Débora Diniz, profesora de la Universidad de Brasilia y representante del grupo que pedirá a la justicia garantías para las mujeres que están padeciendo los efectos de esta epidemia.
El aborto en Brasil, como en varios países de Latinoamérica, está penado por ley y sólo se permite en casos de violación, riesgo de vida para la mujer, o anencefalia (cuando el feto tiene falta total o parcial del cerebro).
“¿Por qué una ley de 1940 tiene que valer para [casos que se presentan] un siglo después frente a una epidemia inesperada?”, se preguntó Diniz, que también participó de la demanda que permitió en 2012 incluir la anencefalia entre los motivos para despenalizar el aborto.
El documento, que será presentado en menos de dos meses, incluye una demanda por el pleno acceso a métodos anticonceptivos, el diagnóstico precoz de la microcefalia -con la posibilidad de abortar en caso de que se confirme-, y una vigilancia sanitaria rigurosa para acabar con el mosquito transmisor del virus Zika.
Fueron “40 años de negligencia” en el combate contra el Aedes aegypti, que hicieron que “la emergencia de esta epidemia tuviese consecuencias perversas con un grupo específico de la población: mujeres pobres y nordestinas”, zanjó la docente.
En el noreste de Brasil se concentran las áreas más pobres y afectadas por los más de 3.400 casos sospechosos de microcefalia reportados desde octubre. Anteriormente, se registraba un promedio de 160 casos verificados por año.
Diniz adelantó que abogarán además por la protección social de aquellas mujeres que aún con el diagnóstico confirmado, decidan seguir adelante con el embarazo.
Se estima que un récord de hasta un millón y medio de brasileños puede haber contraído el virus desde abril pasado, y éste se expande de manera explosiva por Latinoamérica, de la mano del mosquito Aedes aegypti que también transmite dengue, fiebre amarilla y chicunguña.
La presidenta Dilma Rousseff se declaró el viernes confiada en “ganar la guerra” al zancudo, casi seis meses antes de los Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro.