Papa llama a los jóvenes a levantarse del sofá por un mejor futuro
El papa Francisco utilizó este sábado en Cracovia la imagen de la juventud alienada, que pasa el día tirada en el sillón, "los jóvenes-sofá", para sacudir las consciencias y animarles a levantarse para construir un mundo mejor.
Este fue el mensaje que lanzó a los jóvenes durante la vigilia de oración, uno de los actos de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud que se celebra en la ciudad polaca y al que asistieron un millón y seiscientos mil jóvenes, según los organizadores.
Ante las guerras, el sufrimiento, pero también ante quienes prefieren "jóvenes atontados" para dominarles, Francisco les exhortó a levantarse del sillón y construirse un futuro.
Durante la celebración se oyeron los testimonios de tres jóvenes, una de ellas era una chica siria de Alepo, que relató cómo convive cada día con la guerra.
Su testimonio sirvió al pontífice para decirles a los jóvenes que hay situaciones que pueden resultar "lejanas" y que no se comprenden sólo porque se ven "a través de una pantalla del celular o de la computadora".
"Pero cuando tomamos contacto con la vida, con esas vidas concretas no ya mediatizadas por las pantallas; entonces nos pasa algo importante, sentimos la invitación a involucrarnos", les exhortó.
El pontífice Francisco quiso zarandear a los jóvenes ante "la parálisis" que se vive en la sociedad y a todos aquellos que "confunden felicidad con un sofá".
Y para ello, Francisco volvió a usar el tono coloquial que usa ante los jóvenes y continuó con su metáfora de los chicos sentados en "un sofá que nos ayude a estar cómodos, tranquilos, bien seguros. Un sofá -como los que hay ahora modernos con masaje incluido- que nos garantiza horas de tranquilidad para trasladarnos al mundo de los videojuegos y pasar horas frente a la computadora".
El pontífice acuño un nuevo término, la llamó "la sofá-felicidad", "que hace que poco a poco, sin darnos cuenta, nos vayamos quedando dormidos, nos vayamos quedando embobados y atontados mientras otros -quizás los más vivos, pero no los más buenos- deciden el futuro por nosotros".
"No vinimos a este mundo a vegetar", les espetó y continuó: "Hay que animarse a cambiar el sofá por un par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados y menos pensados, por caminos que abran nuevos horizontes", les aconsejó.
Para el pontífice, el tiempo que hoy estamos viviendo, "no necesita jóvenes-sofá, sino jóvenes con zapatos" y sólo acepta "jugadores titulares en la cancha, no hay espacio para suplentes".
Y les invitó a que defiendan su dignidad y no dejen que sean los otros los que decidan su futuro".