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Orden de restricción perimetral impide a Garzón acercarse a la joven venezolana

El periodista Gabriel Bastidas, detalló que los funcionarios judiciales acudieron al domicilio donde estaría Garzón para entregarle la orden de restricción. Se espera que la Cámara de Apelaciones decida si será detenido

Irineo Humberto Garzón Martínez, presunto violador de una joven venezolana de 18 años, recibió hoy una orden de restricción perimetral que le impide acercarse a la víctima.

Así lo informó en Twitter el periodista Gabriel Bastidas, quien detalló que los funcionarios judiciales acudieron al domicilio donde estaría Garzón para entregarle la orden de restricción.

También trascendió que al comerciante argentino se le impuso una tobillera electrónica por si Garzón intenta acercarse a la víctima. Según los funcionarios el aparato, que tiene un botón de pánico, enviará una señal de alerta.

Por los momentos se espera que la Cámara de Apelaciones decida si será detenido.

La joven, cuya identidad está protegida, asistió a una entrevista de trabajo el 23 de enero en el local de Garzón Martínez (como lo identifica la policía) para un puesto como vendedora de ropa.

Tras presentarse en el negocio, ubicado en Balvanera, ciudad de Buenos Aires, el dueño la contrató de inmediato y empezó a trabajar ese mismo día.

La venezolana contó en una entrevista para TVV Noticias que en el transcurso del día el hombre le ofreció en varias oportunidades algo de tomar, pero ella lo rechazó. Sin embargo, cerca de la hora de cierre, mientras atendía a dos clientas, el hombre le acercó un vaso de agua que dejó sobre el mostrador.

Poco después de tomar el agua, comenzó a sentirse mareada y vio cómo su empleador cerraba el local.

“Me pareció aún más extraño cuando veo que le pasó el candado a las persianas, cerró todo con llave. Inmediatamente le mandé un mensaje a mi mamá porque tenía miedo y veo que estaba cerrando todo”, relató la víctima. “Creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada”, expresó la víctima en el chat de WhatsApp con su madre, a quien le anexó la dirección del local.

Al recibir el mensaje decidió llamar a la policía. Salió apresurada rumbo al local con los oficiales.

Allí encontraron a la joven venezolana con el pantalón mojado, la ropa interior desajustada, vistiendo una camisa sucia del agresor y, aparentemente, dopada, por lo que fue trasladada en silla de ruedas hasta la ambulancia y llevada hasta el Hospital Ramos Mejía, donde fue contactada por la brigada de Violencia Sexual.

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