Musk reducirá presencia en el gobierno de Trump por caída del 71 % de Tesla

Elon Musk anunció el martes que reducirá su implicación en el gobierno de Donald Trump luego de que Tesla reportara una fuerte caída en sus beneficios durante el primer trimestre de 2025, afectada por una combinación de factores comerciales, políticos y geopolíticos.
El CEO de la automotriz admitió que dedicará “significativamente menos tiempo” a sus labores como asesor del Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge), una oficina impulsada por la Casa Blanca que generó polémica por los recortes presupuestarios y despidos en el sector público.
Tesla informó que su beneficio neto cayó un 71 % interanual entre enero y marzo, con ganancias por apenas 409 millones de dólares frente a los 1.400 millones del mismo período en 2024.
La compañía atribuyó este desplome a la “incertidumbre en los mercados automotriz y energético”, pero también al “cambio de sentimiento político”, en clara referencia a la creciente controversia en torno a Musk y su cercanía con la nueva administración republicana.
Los ingresos por ventas también retrocedieron un 9 %, sumando 19.300 millones de dólares, muy por debajo de los 21.100 millones esperados por Wall Street.
Las entregas de vehículos cayeron un 13 %, hasta las 336.681 unidades, el peor resultado desde 2022. El desplome fue particularmente severo en California, principal bastión comercial de Tesla en EE. UU., donde la imagen del empresario se deterioró debido a su vinculación con el gobierno de Trump, perdedor en ese estado frente a Kamala Harris.
Musk reconoció, durante una llamada con analistas tras la presentación de resultados, que las “reacciones negativas” impactaron tanto en su persona como en la marca, aunque defendió su labor en el Doge como “crucial”.
Aseguró que continuará colaborando con el gobierno, pero solo uno o dos días por semana, “mientras el presidente quiera que lo haga y mientras sea útil”.
La figura del empresario también ha generado rechazo fuera de EE. UU., especialmente en Europa, donde Tesla enfrenta boicots y protestas. La crisis reputacional se ha traducido en vandalismo en concesionarios y cancelación de pedidos.