Lavrov anuncia que reunión sobre Siria no se pospondrá y empezará en enero
La nueva ronda de negociaciones sobre el conflicto en Siria comenzará "en enero" en Ginebra, anunció hoy el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien afirmó que no hay razón para posponer hasta febrero esa reunión.
"Hasta finales de enero aún quedan muchos días. No tenemos ninguna intención de atrasar el comienzo de las negociaciones de enero a febrero", dijo Lavrov en rueda de prensa en Zúrich, tras reunirse con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry.
"Estamos seguros de que en los próximos días, en enero, deben empezar estas negociaciones", agregó el jefe de la diplomacia rusa y destacó que esa es la posición común de Moscú y Washington.
Según los planes de la ONU, el 25 de enero deben entablarse negociaciones directas entre el régimen sirio y una delegación elegida de entre los diferentes grupos de la oposición.
En los últimos días se ha barajado la posibilidad de que el inicio de las conversaciones se posponga, dadas las diferencias sobre quién debe o no participar en ellas.
El problema recae sobre qué grupo opositor se considera terrorista y cuál no.
El régimen sirio y el Gobierno ruso consideran grupos terroristas a unas facciones que la delegación opositora recién conformada hoy acepta como interlocutores válidos.
En la rueda de prensa, Lavrov nombró específicamente a dos de las organizaciones que Rusia considera terroristas: Ahrar Ash-Ashram y Jaish Al-Islam.
De todas maneras, a pesar del impulso dado a las negociaciones por Moscú y Washington, la oposición siria reunida en Riad aseguró hoy que todavía no ha tomado una decisión definitiva sobre su participación en las negociaciones.
La delegación opositora condiciona su participación al cumplimiento de varias exigencias, entre ellas que antes del comienzo del diálogo con el régimen deben parar los bombardeos ruso-sirios contra civiles y los asedios a las poblaciones y se ha de garantizar que su grupo negociador sea el único representante de la oposición.
Además, la delegación opositora se refirió a otros inconvenientes, como la participación de fuerzas iraníes en las operaciones contra la oposición y las ambigüedades sobre el futuro del presidente sirio, Bachar al Asad, así como la naturaleza de la autoridad que dirigirá el país durante la etapa de transición.
En caso de que realmente el proceso comience, será entre las diversas partes sirias en conflicto, es decir un diálogo estrictamente intrasirio, recalcó Lavrov.
El ministro ruso, no obstante, dejó claro que su país, Estados Unidos y el resto de miembros del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG, en sus siglas en inglés) "apoyarán" el proceso.
Dicho proceso fue trazado por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 18 de diciembre en una resolución adoptada por unanimidad que pidió el inicio de negociaciones directas y fijó un plazo de seis meses para que las dos partes establezcan un Gobierno de transición y de 18 meses para la celebración de elecciones.
Según un comunicado del Departamento de Estado de EEUU, Kerry pidió a Rusia que use su influencia sobre el régimen de Damasco para asegurar el acceso inmediato y sin trabas de la asistencia humanitaria a todos los sirios, especialmente aquellos que viven en lugares sitiados, como los de Madaya.
En casi cinco años de guerra, el conflicto ha causado la muerte a 260.000 personas y ha provocado que más de 12 millones de sirios, entre ellos 5,5 millones de niños, necesiten asistencia humanitaria inmediata.
Más de 4 millones de personas han huido al extranjero y hay unos 8 millones de desplazados internos en el país, muchos de los cuales se han visto obligados a cambiar varias veces de lugar.