Israel atacó Teherán con 60 aviones de combate e Irán respondió con una andanada de misiles

Israel confirmó este viernes 20 de junio que lanzó un ataque aéreo masivo contra Teherán, desplegando 60 aviones de combate que bombardearon instalaciones militares e industriales vinculadas a la producción de misiles.
Según la Fuerza Aérea israelí, el objetivo fue dañar “plantas industriales militares para la fabricación de componentes de misiles” y centros de fundición de motores, considerados estratégicos por el Ministerio de Defensa de Irán.
Las aeronaves lanzaron aproximadamente 120 municiones guiadas durante la madrugada, alcanzando múltiples blancos en la capital iraní, incluida la sede de Spand instalación dedicada a investigación en tecnología armamentística avanzada y la Organización de Innovación e Investigación Defensiva (Spnd), que Estados Unidos ha vinculado en el pasado al desarrollo de armas nucleares.
Horas más tarde, Irán respondió con una serie de ataques con misiles contra territorio israelí, provocando la activación de las sirenas de alerta en todo el país. Una mujer murió y al menos 23 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad. Las ciudades de Haifa, Bersheva y zonas residenciales del sur fueron blanco de impactos, según autoridades israelíes.
La televisión estatal iraní transmitió imágenes de los misiles en el cielo de Israel con música militar de fondo, mientras que el ejército israelí confirmó también ataques iraníes sobre Rasht y alertó a la población a evacuar zonas industriales clave.
Guerra abierta y advertencias
El portavoz militar israelí, general de brigada Effie Defrin, declaró que la operación “apenas comienza” y anticipó nuevos ataques contra objetivos en el oeste de Irán y otras regiones. A su vez, el jefe del Estado Mayor israelí, teniente general Eyal Zamir, advirtió que se trata de “la campaña más compleja de nuestra historia” y pidió a la ciudadanía prepararse para “una guerra prolongada”.
Desde Viena, el director del Oiea, Rafael Grossi, advirtió que un ataque contra la central nuclear de Bushehr podría provocar una “catástrofe nuclear”, aunque confirmó que por el momento no se ha registrado fuga radiactiva alguna.
Escalada diplomática y protestas masivas
La ofensiva provocó un colapso parcial en servicios básicos en Irán, escasez de alimentos y cortes de internet, según testimonios. En paralelo, decenas de miles de iraníes participaron en manifestaciones organizadas por el gobierno bajo el lema del “Día de la Victoria y la Ira”, coreando consignas contra Israel y Estados Unidos.
“El enemigo sionista está siendo castigado ahora mismo”, escribió en X (Twitter) el líder supremo Ali Khamenei, en un mensaje replicado por medios oficialistas y opositores.
Mientras tanto, las negociaciones diplomáticas entre Washington y Teherán quedaron interrumpidas tras el inicio del conflicto. La Casa Blanca advirtió que Irán podría obtener un arma nuclear “en cuestión de semanas” y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que Tel Aviv tiene capacidad para “golpear todas las instalaciones nucleares iraníes”, aunque “toda ayuda es bienvenida”.
Khamenei replicó que cualquier intervención directa de Estados Unidos causaría “daños irreparables”.
Crece la tensión regional
La tensión alcanzó un nuevo pico tras el ataque iraní al Hospital Soroka en Beersheba, el más grande del sur de Israel, que dejó al menos 40 heridos. Netanyahu prometió represalias contundentes y subrayó que Irán “pagará un alto precio”.
Mientras tanto, el miedo y la incertidumbre se apoderan de la población civil en ambos países. “Las sirenas, los lamentos, el peligro de ser alcanzados por misiles... estos días y noches han sido aterradores”, dijo Mohamad Hasan, un estudiante iraní que logró huir a Pakistán.