Inundaciones en Texas suman 52 fallecidos, entre ellos 15 niños

El sheriff del condado de Kerr, en Texas, EE. UU., Larry Leitha Jr., detalló que la cifra de fallecidos por las fuertes lluvias y el desbordamiento del río Guadalupe pasó de 32 a 52 personas para este domingo.
Las inundaciones que azotaron el centro y sur del estado siguen con una alarmante cantidad de desaparecidos, entre ellos, muchos niños que disfrutaban de campamentos de verano.
Uno de los focos principales de preocupación es el campamento cristiano Mystic, ubicado junto al río Guadalupe, donde se alojaban 750 niñas. Al menos 27 menores, junto a monitoras, siguen sin ser localizadas.
El director del campamento, Dick Eastland, figura entre los fallecidos. Las imágenes del lugar muestran vehículos varados, estructuras colapsadas y cabañas inundadas. El administrador de la ciudad de Kerrville, Dalton Rice, informó que más de 850 personas han sido evacuadas y trasladadas a refugios temporales.
El sheriif Leitha, por su parte, afirmó que, en el condado de Kerr hay 15 menores de edad fallecidos.
“Seguimos centrados en localizar a las personas desaparecidas”, declaró en una comparecencia pública. Las autoridades locales trabajan con personal terrestre, aéreo y acuático, apoyados por unidades caninas.
El jefe del Departamento de Gestión de Emergencias de Texas, Nim Kidd, señaló que el operativo se extenderá a lo largo de todo el curso del río Guadalupe, y aseguró que “no se detendrán hasta encontrar a todos”.
En el condado de Travis se reportaron otras cuatro muertes y al menos trece desaparecidos. Además, las autoridades confirmaron tres fallecimientos en Burnet, uno en Kendall y otro en Tom Green. Entre las víctimas hay residentes locales y visitantes que se encontraban en la zona para celebrar el feriado del 4 de julio.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, en un lapso de apenas 12 horas cayeron más de 300 milímetros de lluvia, lo que provocó un aumento repentino del nivel del río. En la localidad de Hunt, el Guadalupe alcanzó una altura de 9,9 metros, el segundo registro más alto desde que se tienen datos.
La crecida, explicaron los meteorólogos, fue más intensa de lo previsto. “Las predicciones estaban equivocadas. La cantidad de lluvia fue el doble de lo anticipado”, admitió Rice.
La situación sigue siendo inestable. El NWS advirtió sobre nuevas precipitaciones intensas, que podrían acumular entre cinco y 10 centímetros por hora en áreas ya saturadas. Se mantienen activas las alertas por inundaciones en al menos diez localidades y se ha recomendado a más de 100.000 personas trasladarse a zonas elevadas.
En las redes sociales del servicio meteorológico se repitió el llamado: “Si está cerca de un posible desbordamiento, busque terreno más alto de inmediato”.
En respuesta a la emergencia, el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró el estado de desastre y solicitó asistencia federal. El presidente Donald Trump expresó su apoyo a través de la red Truth Social. “Texas hará todo lo posible para asegurar que se encuentre a todas las personas desaparecidas”, escribió.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, llegó a la zona afectada y aseguró que el gobierno federal está “plenamente comprometido” con las tareas de rescate. En total, se han desplegado 500 rescatistas, 14 helicópteros, la Guardia Nacional y la Guardia Costera de Texas.