Hillary Clinton, tenaz sobreviviente de la política estadounidense
Hillary Clinton suele citar a su idolatrada Eleonor Roosevelt, esposa del expresidente demócrata Franklin Roosevelt: para hacer política cuando se es mujer "debes tener la piel tan gruesa como un rinoceronte".
En las iglesias, los cafés, en los mítines, Hillary Clinton recurre a contar anécdotas sobre las pruebas a las que ha sobrevivido en cuatro decenios en la política. "Tengo cicatrices para probarlo", afirma.
Eso sin contar las acusaciones republicanas en su contra de mentiras, fraude, clientelismo e incluso de muertes.
La mayoría de los estadounidenses la considera deshonesta, y carga con la imagen de una personas maquiavélica y manipuladora, en un escenario que tiene todo para empeorar ante la disputa con Donald Trump por la Casa Blanca.
Y sin embargo a los 68 años, Clinton se convirtió en la candidata del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales de noviembre, en la primera vez en la historia de Estados Unidos que una mujer tiene esa responsabilidad en uno de los dos grandes partidos políticos del país.
Al ser proclamada candidata, Clinton envió un mensaje a todas las niñas estadounidenses: "es posible que yo me convierta en la primera mujer presidente, pero una de ustedes será la próxima".
- Dos por el precio de uno -
Su imagen de "copresidenta" en las sombras, alimentada por los republicanos, contrastaba con la tradicional imagen de una primera dama que se ocupaba de asuntos sociales, y su prueba de fuego fue la reforma del sistema de salud, que terminaría en fracaso en 1994.
Luego de perder esta batalla, la primera dama se refugió en temas menos relacionados con política doméstica para consagrarse a las causas femeninas, especialmente fuera de Estados Unidos. Detrás de escena, sin embargo, se ocupó de dirigir la batalla legal en el escándalo inmobiliario Whitewater que involucraba a su marido.
Luego, pese a la humillación que significó el adulterio de Clinton, Hillary se batió con uñas y dientes para impedir que fuese destituido por perjurio en el caso Monica Lewinsky, mientras que al mismo tiempo ambos se sometieron a terapia de pareja.
- Carrera en solitario -
Cuando se aproximaba su partida de la Casa Blanca, se lanzó a la política y fue elegida en noviembre de 2000 senadora por el estado de Nueva York.
En 2004 evitó involucrarse en la disputa presidencial, pero en 2008 compitió con Barack Obama en las primarias, quien la venció recordando su voto de senadora a favor de la guerra de Irak.
Obama la nombró su secretaria de Estado, donde fue una persona hiperactiva, pero sin logros reales, señalan observadores.
Los republicanos la acusan de incompetencia tras los atentados contra el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, donde murieron cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador.
Su decisión de usar su correo electrónico privado, en lugar de las cuentas oficiales, suscitó un nuevo affaire para Hillary Clinton, que sus enemigos aprovechan para sugerir que se siente por encima de la ley.
Es esa imagen, mezcla de dureza y frío realismo, la que le ha permitido vencer al idealismo de Bernie Sanders y obtener, por fin, la candidatura demócrata.