Grecia busca alojamientos adicionales por colapso de refugiados en la frontera
Ante el colapso que se vive en la frontera con Macedonia por el cierre de la denominada ruta balcánica, el Gobierno griego está buscando alojamientos provisionales, como ferris, para aumentar las capacidades de acogida y ralentizar la marcha de refugiados hacia el norte del país.
Tras el cierre de las fronteras el pasado domingo, miles de personas se han quedado atrapadas en varios puntos de Grecia, lo que ha saturado los centros de acogida temporal y ha llevado al Gobierno a desarrollar planes de contingencia hasta que no estén listos los nuevos cinco recintos planeados, señaló este viernes el ministro de la Marina Mercante, Theodoros Dritsas.
En declaraciones a la cadena de televisión privada Skai, Dritsas afirmó que se ha puesto en contacto con las compañías navieras y les ha pedido que durante los próximos tres a cuatro días llenen los ferris solo a la mitad de su capacidad para evitar llegadas masivas al ya abarrotado puerto del Pireo, cercano a Atenas.
Además, indicó que se han fletado tres buques que estarán atracados en Lesbos, Quíos y Samos -las que más llegadas reciben- para dar cabida durante el fin de semana a los refugiados que todavía no se han registrado en los centros de estas islas.
El objetivo es hacer más lento el flujo de personas hacia la frontera con Macedonia, pues el campamento de tránsito de Idomeni, con capacidad para 1.500, supera con creces su aforo.
Según indicó a EFE Stella Nanu, una de las portavoces de ACNUR en Grecia, en estos momentos hay unas 3.500 personas en Idomeni esperando poder cruzar el país para llegar a Austria y Alemania, sus países de destino. Otras 1.200 personas se encuentran en una estación de servicio situada a veinte kilómetros de la frontera.
Fuentes del Ministerio de Migración aseguraron a EFE que en los tres campamentos de Atenas y en el puerto de El Pireo hay en estos momentos 4.300 personas.
Los desacuerdos entre Grecia y Austria por el cierre de las fronteras en la ruta balcánica ha llevado este viernes al Gobierno a rechazar la visita a Atenas de la ministra austríaca del Interior, Johanna Mikl-Leitner, confirmaron a EFE fuentes diplomáticas.
Con esta decisión, sobre la que estas fuentes no quisieron dar más detalles, Grecia sube aún más el tono hacia Austria, después de llamar el jueves a consultas a su embajadora en Viena, Jrissula Aliferi.
La Organización Internacional para las Migraciones publicó este viernes que en lo que va de año llegaron por mar a Grecia más de 110.000 personas.