Trump augura "resolución del gran problema con Corea del Norte" en Singapur [+Videos]

"Es un gran honor estar con ustedes y sé que juntos tendremos éxito. Resolveremos el gran problema, el gran dilema, que hasta ahora ha sido difícil de resolver", dijo Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, tras sostener la primera reunión cara a cara con Kim Jong Un, líder de Corea del Norte.
President Trump to Kim: "It's a great honor to be with you, and I know we'll have tremendous success together. We'll solve the big problem, the big dilemma, that until this point has been unable to be solved." https://t.co/iwAPHi65ak pic.twitter.com/xP2VmBeQx0
— NBC News (@NBCNews) June 12, 2018
Trump y Kim Jong Un se encontraron por primera vez en la histórica cumbre que se lleva a cabo en Singapur y que apunta a la desnuclearización del pequeño país del norte de Asia.
Ambos mandatarios protagonizaron un histórico apretón de manos se dio en en Hotel Capella, en la isla de Sentosa, en la apertura de un encuentro que quedará para la posteridad tras décadas de tensiones provocadas por las ambiciones nucleares de Pyongyang.
Los dos hombres se acercaron uno al otro y se dieron la mano mirándose a los ojos en un hotel de Singapur, antes de sentarse juntos ante los medios de todo el mundo.
BREAKING: President Trump and Kim Jong Un meet and shake hands to open a historic summit between the leaders in Singapore. pic.twitter.com/RYPEo7FPtg
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Trump auguró este martes una "relación fantástica" con Kim Jong Un sentado junto al líder norcoreano en Singapur, donde se reunió para una cumbre histórica tras décadas de tensiones.
"Tendremos una relación fantástica, no tengo ninguna duda", dijo Trump, sonriendo junto a Kim, ante la prensa de todo el mundo.
El dictador coreano, por su parte, dijo que tuvieron que superar prejuicios y prácticas que actuaron como obstáculos para avanzar en las relaciones, "pero las superamos y aquí estamos".
WATCH: President Trump and Kim Jong Un meet at historic summit in Singapore. https://t.co/MmLKv5K6vV pic.twitter.com/rlVlIPEYLn
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Tras su reunión cara a cara, Trump y Kim tendrán luego un encuentro con sus equipos respectivos y una comida de trabajo. Pero, a pesar del espectacular acercamiento diplomático de los últimos meses, persisten numerosas incógnitas respecto a la cumbre entre los dos dirigentes.
Trump, que lleva poco más de 500 días en la Casa Blanca, afronta uno de los momentos más importantes de su presidencia en el escenario internacional, donde ha disgustado a numerosos mandatarios, incluidos algunos de los aliados de Estados Unidos, reseñó la AFP.
En una serie de tuits publicados el martes por la mañana desde Singapur, Trump indicó que los preparativos de la reunión "iban bien".
"Pronto sabremos todos si puede haber o no un acuerdo real, a diferencia de los del pasado", tuiteó, antes de atacar en otro mensaje a los "haters y perdedores" que consideran la cumbre como una concesión arriesgada a Kim, con el que el presidente estadounidense intercambió amenazas e insultos durante meses.
La desenvoltura de Kim
Kim Jong Un, que hasta este año no había realizado ninguna visita oficial al extranjero, apareció muy desenvuelto ante las cámaras durante su encuentro con el primer ministro singapurense.
El lunes por la noche, el líder norcoreano, que dirige uno de los países más herméticos del mundo, disfrutó de una salida por Singapur, cuyos lugares turísticos más emblemáticos visitó, visiblemente encantado.
¿Cómo van a hablarse los dos mandatarios? ¿Será Donald Trump tan efusivo como puede ser con sus homólogos de las grandes potencias? ¿Cuánto tiempo durará el encuentro?
Unas preguntas cuyas respuestas esperan los cerca de 5.000 periodistas que, según el gobierno estadounidense, viajaron a Singapur para cubrir la cumbre.
El arsenal nuclear norcoreano, que provocó una serie de sanciones de la ONU a lo largo de los últimos años, será la cuestión central de las conversaciones.
El jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo, que se entrevistó dos veces con Kim Jong Un en poco tiempo, aseguró el lunes que las conversaciones entre Washington y Pyongyang habían avanzado rápidamente en los últimos encuentros y dijo ser "muy optimista en cuanto a las posibilidades de éxito".
Pompeo afirmó que Estados Unidos estaba dispuesto a aportar a Corea del Norte "garantías de seguridad únicas, diferentes" de las propuestas hasta ahora, a cambio de una desnuclearización "completa, comprobable e irreversible".
Corea del Norte, que multiplicó desde 2006 los ensayos nucleares y balísticos, se ha declarado a favor de la desnuclearización aunque nunca ha entrado en detalles sobre la forma de llevarla a cabo.
"Desde el primer minuto"
Trump, que suele jactarse de su sentido de la negociación y de su instinto, asegura que sabrá "desde el primer minuto" de su encuentro con el líder norcoreano si este está dispuesto a avanzar.
La incógnita ahora es saber si, a pesar de los preparativos caóticos y de las señales a veces contradictorias enviadas por la administración Trump, el atípico presidente estadounidense logrará lo que ninguno de sus predecesores consiguió.
Analistas e historiadores creen que existe una posibilidad pero recuerdan que el régimen de Pyongyang tiene un historial de promesas incumplidas. En 1994 y en 2005 se cerraron acuerdos que nunca se aplicaron.
"Trump cantará probablemente victoria sea cual sea el resultado de la cumbre, pero la desnuclearización de la península coreana es un proceso que llevará años", considera Kelsey Davenport, de la Arms Control Association. La "verdadera prueba" será "la adopción o no por Corea del Norte de medidas concretas para reducir la amenaza que representan sus armas nucleares".
El jefe de la diplomacia estadounidense asegura, sin embargo, que la situación es totalmente distinta esta vez y que el encuentro dará sus frutos.
"Sólo hay dos hombres que pueden tomar decisiones de semejante importancia. Esos dos hombres estarán sentados en la misma habitación", afirmó Pompeo en la víspera de la cumbre.