ELN se atribuye atentado contra camión de la Policía colombiana; 13 heridos
La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se atribuyó el ataque con explosivos contra un camión de la Policía en Cali, principal ciudad del suroeste de Colombia y capital del departamento del Valle del Cauca, que dejó al menos 13 heridos, según aseguró este sábado el presidente colombiano, Iván Duque.
El grupo terrorista ELN se adjudica el atentado en la ciudad de Cali contra la @PoliciaColombia y se adjudica la violencia desatada meses atrás buscando bloquear el desarrollo de toda una nación", dijo Duque en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Los hechos ocurrieron en la noche del viernes, en el sector de Puerto Rellena, en el suroriente de Cali, uno de los epicentros de las protestas de 2021 contra el Gobierno, cuando atacaron con explosivos un camión de la Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía.
En un principio se hablaba de 10 heridos, pero la Policía dijo hoy que el ataque dejó 13, que están recibiendo atención en centros hospitalarios.
El presidente aseguró que "es claro su interés (el del ELN) de incidir en el proceso electoral de este año con el apoyo de dictaduras socialistas y comunistas", e incidió en que "Colombia no se doblega ni se doblegará jamás ante el terrorismo".
El director de la Policía Nacional, el general Jorge Luis Vargas, que se desplazó a Cali, resaltó "el compromiso firme del presidente y de la Policía Nacional de llegar a los responsables de este atentado terrorista".
Con todos los elementos materiales probatorios, llevar lo más rápido ante la justicia a quienes perpetraron este cobarde atentado contra funcionarios que lo único que hacen es garantizar los derechos de los colombianos", alegó Vargas.
Desde el comienzo de las protestas en abril de 2021, la crisis social más importante que ha vivido Colombia recientemente, el Gobierno, la Policía y el Ejército han repetido continuamente que el ELN, una guerrilla de tinte marxista, estaba infiltrada entre los protestantes y sobre todo entre las llamadas "primeras líneas", los jóvenes que, encapuchados y con escudos artesanales, se interpusieron entre los protestantes y los antidisturbios.