El "voto económico" fue la clave de la victoria de Donald Trump

En las primeras horas de hoy miércoles, la posibilidad de un regreso de Donald Trump a la Casa Blanca parecía tomar forma con su anticipada victoria en Pensilvania. Este avance fue celebrado tanto por el expresidente como por sus seguidores del movimiento Make America Great Again (MAGA) y otros electores que antepusieron las cuestiones económicas sobre las instituciones y la democracia en una elección crítica.

Aunque el conteo de votos, que varía según el estado, aún no estaba finalizado, la tendencia señalaba una ventaja clara para Trump. Aún faltaban por contabilizar los votos anticipados y los que llegan por correo, un proceso más lento. Sin embargo, Trump estaba a tan solo tres votos electorales de asegurar la victoria.

Las elecciones reflejan que el mensaje de Trump resonó entre el electorado, inclinándose por la situación económica. Temas como su retórica agresiva, el desdén hacia las instituciones y sus antecedentes judiciales, fueron aparentemente secundarios para muchos votantes.

Las encuestas indicaban un descontento generalizado con la dirección del país bajo la administración de Joe Biden, llevando a los demócratas a cambiar de candidato a Kamala Harris. A pesar del esfuerzo de Harris y unas encuestas cerradas, las tendencias indican que Trump habría capturado el deseo de cambio de los votantes. Trump, quien venció a Hillary Clinton en 2016, estaba a punto de repetir su triunfo contra otra mujer.

Según el análisis de campo realizado por Clarín en estados clave, Trump logró establecer una narrativa de crisis económica entre la población, a pesar de cifras macroeconómicas en crecimiento. Estados Unidos crece a un ritmo del 2,7%, con una inflación de 2,1% y un desempleo alrededor del 4%. Sin embargo, el electorado sentía que los precios eran altos, particularmente los alimentos básicos, donde recordaban que, durante el mandato de Trump, un galón de leche costaba 2,7 dólares, contra los 3,7 dólares actuales.

Un 75% de los votantes opinó que la economía estaba en mal estado, según una encuesta del New York Times/Siena en octubre. En encuestas a pie de urna, el 40% de los votantes consideró que la economía y el empleo eran los mayores desafíos para el próximo presidente. Muchos perciben a Trump como un empresario con capacidad para enfrentar la situación económica y los conflictos globales.

Adicionalmente, el tema migratorio también jugó un papel importante en la campaña de Trump. Sus discursos y campañas publicitarias presentaron una narrativa de "invasión" por parte de inmigrantes, sugiriendo políticas severas como la pena de muerte para quienes causen daño a las fuerzas de seguridad. Este mensaje también resonó incluso entre demócratas, independientes y latinos, con un 20% de los votantes destacando la inmigración como problema.

A las puertas de un posible segundo mandato, el impacto de Trump refleja su capacidad para llegar más allá de su base de seguidores, tocando el electorado moderado e independiente que votó basándose en la economía. Este panorama sugiere un reavivamiento del movimiento MAGA y un impulso político para líderes internacionales que comparten su visión.