El plan de EE.UU. y Europa para rivalizar con la Ruta de la Seda de China

Los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) anunciaron este sábado la puesta en marcha de un Corredor Económico India-Oriente Próximo-Europa y un Corredor Transafricano, ambos enmarcados dentro de la Asociación para las Infraestructuras y la Inversión Globales puesta en marcha hace dos años.
Desde Nueva Delhi, en la cumbre del G20, el presidente estadounidense Joe Biden explicó que el primer proyecto consiste en la conexión por tren y por mar de Europa con Oriente Próximo e India.
"Vamos a invertir en barcos y tren desde India hasta Europa a través de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Jordania e Israel. Vamos a tender puentes entre los dos continentes para abrir infinitas oportunidades facilitando enormemente el comercio, la exportación de energía limpia, mejorar el acceso a electricidad limpia fiable, a tender cables que conecten a las comunidades a un Internet, a contribuir a un Oriente Próximo más estable, más próspero e integrado", expuso Biden, quien también resaltó que este plan permitirá llevar hidrógeno de Israel a Europa.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen destacó el carácter "histórico" del proyecto, que permitirá acelerar el comercio entre la UE e India en un 40 %, reseñó El Economista.
En cuanto al Corredor Transafricano, la Casa Blanca detalló que se trata de un proyecto público-privado en el que colabora también la Unión Europea. "Vamos a invertir en una nueva vía férrea entre el puerto occidental de Angola, República Democrática del Congo, Zambia y hasta el océano Índico", explicó Biden.
"No se trata solo de poner vías. Se trata de crear empleo, incrementar el comercio, reforzar las líneas de suministro, la conectividad, sentar las bases para reforzar el comercio y la seguridad alimentaria para la gente de varios países. Es una inversión regional que supone un antes y un después", afirmó el mandatario norteamericano.
Esta iniciativa se ha convertido en uno de los caballos de batalla de la rivalidad entre China y Estados Unidos debido a que la Nueva Ruta de la Seda china financia proyectos de infraestructura en todo el mundo y ha cerrado importantes acuerdos con la gran mayoría de los países árabes.