EE. UU. considera reducir aranceles a China para desescalar guerra comercial

El Gobierno de EE. UU. está considerando reducir sus aranceles a China en un esfuerzo por desescalar la actual guerra comercial entre ambas potencias, informó este miércoles el diario The Wall Street Journal, citando a fuentes cercanas al tema.
Aunque el presidente Donald Trump no ha tomado una decisión final, sus funcionarios sopesan una eventual reducción los aranceles a una cifra entre el 50 y el 65 por ciento, en un intento por aliviar las tensiones con Pekín, según el informe.
La nota adelanta que Trump considera una estrategia arancelaria escalonada respecto a China, que aplicaría aranceles del 35 por ciento a los artículos que EE. UU. no considera amenazantes para su seguridad nacional, mientras que impondría aranceles de al menos el 100 por ciento a aquellos identificados como estratégicos para Washington.
El propio Trump reconoció el martes que el arancel del 145 por ciento que su administración impuso a las importaciones de China "es muy alto" y señaló que el mismo "descenderá sustancialmente" si hay negociaciones entre los dos países.
El mandatario agregó que EE. UU. estaba siendo "destruído" por los bajos aranceles que se le imponían a las importaciones chinas, y prometió que su administración será "buena" con Pekín por sus buenas relaciones con el presidente Xi Jinping.
El 2 de abril el mandatario anunció la imposición de aranceles a casi todos los productos importados que ingresan a EE. UU.
Sin embargo, luego de varios días de incertidumbre en los mercados internacionales, Trump dispuso una "pausa" de 90 días para las importaciones de países que entablaron negociaciones comerciales con la Casa Blanca.
La prórroga abarcó, entre otros, a la Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Brasil y Reino Unido, pero no a China.
En el caso del gigante asiático, la decisión inicial de Trump de aumentar un 34 por ciento los aranceles desató una guerra comercial entre ambas naciones.
Así, las tasas estadounidenses sobre los productos chinos alcanzaron el 145 por ciento, mientras que las tarifas de China sobre las importaciones estadounidenses llegaron al 125 por ciento.
Algunos expertos consultados por RIA Novosti aseguraron que estos valores tarifarios están provocando una interrupción "de facto" del comercio entre las dos economías más grandes del mundo.