Doral, un refugio venezolano en peligro ante el fin del TPS

A solo tres semanas del vencimiento del Estatus de Protección Temporal (por sus siglas en ingles TPS) para venezolanos, la ciudad de Doral, conocida como "Doralzuela", enfrenta ya las primeras consecuencias de esta inminente medida.
Con más de 84 mil residentes, de los cuales un 40 % son venezolanos, la ciudad se encuentra en una situación crítica, según lo expresan políticos y empresarios locales, en un reporte realizado por EFE.
El concejal Rafael Pineyro, oriundo de la ciudad de Caracas, subraya que una gran parte de la comunidad venezolana cuenta con TPS, siendo fundamental para el mantenimiento de la economía local debido a su papel como dueños de negocios y trabajadores esenciales.
Asimismo, la vicealcaldesa de la ciudad, Maureen Porras, ha advertido sobre un posible "colapso económico devastador" si la comunidad venezolana disminuye, lo cual podría afectar la vitalidad de Doral en el área metropolitana de Miami.
Desde que se anunció el fin del TPS, muchos residentes han comenzado a tomar precauciones, lo que ha llevado a una caída notable en el tráfico y las ventas de varios negocios, incluyendo un servicio de lavado de vehículos que ha visto una baja del 50 % en sus clientes. Establecimientos emblemáticos, como el restaurante El Arepazo, también han sentido el impacto, reflejando la ansiedad presente en la comunidad.
Organizaciones de derechos de inmigrantes han presentado una demanda para intentar revertir la decisión del gobierno, argumentando que el término del TPS podría estar motivado por prejuicios raciales. La situación de incertidumbre en Doral muestra la fragilidad del bienestar de una comunidad que ha encontrado en esta ciudad un nuevo hogar.