Cierran el Nueva York el Centro de bienvenida y refugio para migrantes del Hotel Roosevelt
La decisión de cerrar el Roosevelt Hotel como centro de acogida, prevista para junio de 2025, se enmarca en un plan más amplio que incluye el cierre de 53 albergues de emergencia para migrantes en la ciudad para la misma fecha.

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció el cierre del centro de bienvenida y refugio para migrantes ubicado en el icónico Roosevelt Hotel, en el corazón de Manhattan, marcando un hito significativo en la respuesta de la ciudad a la crisis migratoria que ha enfrentado desde 2022. Este centro, que operó como el principal punto de llegada y asistencia para solicitantes de asilo, procesó a más de 173,000 migrantes desde su apertura en mayo de 2023, representando cerca del 75% de los más de 232,000 que han buscado servicios en la ciudad desde la primavera de 2022, según datos oficiales de la alcaldía.
La decisión de cerrar el Roosevelt Hotel como centro de acogida, prevista para junio de 2025, se enmarca en un plan más amplio que incluye el cierre de 53 albergues de emergencia para migrantes en la ciudad para la misma fecha. Adams atribuyó esta medida a “las estrategias exitosas implementadas en Nueva York y las políticas nacionales que hemos defendido”, destacando que el número promedio de nuevos registros semanales de migrantes ha caído drásticamente de 4,000 en el pico de la crisis a solo 350 en los últimos meses, según declaraciones recogidas por medios locales y la oficina del alcalde.
“Gracias a decisiones políticas sólidas, podemos cerrar este sitio y ayudar a más solicitantes de asilo a dar el siguiente paso en sus trayectorias, mientras ahorramos millones de dólares a los contribuyentes”, afirmó Adams en un comunicado.
El Roosevelt Hotel, un establecimiento de casi 100 años con aproximadamente 1,000 habitaciones, se convirtió en un símbolo polarizante de la crisis migratoria. Durante su operación como centro de llegada, ofreció servicios como asistencia legal, atención médica y refugio temporal, especialmente para familias con niños. Sin embargo, también enfrentó críticas y controversias, incluyendo acusaciones de actividad delictiva, como vinculaciones con la pandilla venezolana Tren de Aragua, y problemas de capacidad, que en julio de 2023 llevaron a que decenas de migrantes durmieran en las calles afuera del hotel tras alcanzar su límite, según reportes de medios como The New York Post y Gothamist.
El cierre ocurre en un contexto de cambios políticos nacionales tras la toma de posesión del presidente Donald Trump, cuya administración retiró recientemente 80 millones de dólares en fondos federales asignados por FEMA para cubrir costos de albergues en Nueva York, citando preocupaciones sobre seguridad y crimen en el Roosevelt.
La ciudad, a su vez, presentó una demanda contra la administración Trump para recuperar esos fondos, argumentando que la acción federal careció de notificación previa y se basó en acusaciones infundadas, según informes de AP y Telemundo New York. Esta tensión entre el gobierno local y federal añade complejidad al anuncio, mientras Adams también ha expresado su intención de colaborar con el zar de inmigración de Trump, Tom Homan, en temas de deportación masiva, según reportes recientes en LA NACIÓN.
A pesar de la reducción en la llegada de migrantes, la ciudad aún atiende a menos de 45,000 personas en su sistema de refugios, una disminución significativa desde los 69,000 registrados en enero de 2024, según cifras oficiales citadas por Infobae y AP.
Los servicios del Roosevelt, incluyendo funciones de registro y apoyo humanitario, serán redistribuidos a otros sitios dentro del sistema, según el ayuntamiento. Adams enfatizó que, aunque la ciudad continúa atendiendo a quienes llegan, este cierre representa “un progreso inmenso” en la gestión de una crisis humanitaria sin precedentes.
La decisión ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos ven el cierre como un alivio financiero para los contribuyentes y una señal de que la crisis está disminuyendo, grupos de defensa de inmigrantes y algunos líderes locales han expresado preocupación por las implicaciones para la estabilidad de las familias migrantes y la capacidad de la ciudad para manejar futuros flujos, según informes de The Guardian.
El futuro de la política migratoria en Nueva York permanece incierto, especialmente con las promesas de deportaciones masivas de la administración Trump y las tensiones entre el alcalde y las políticas federales.