Cameron recuerda el "desesperado movimiento humano" por conflicto sirio
El primer ministro británico, David Cameron, recordó este jueves el "desesperado movimiento humano" que ha provocado el conflicto civil en Siria y pidió el esfuerzo internacional para ayudar a los refugiados.
En su intervención en la conferencia de donantes de Siria que empezó hoy en Londres, Cameron destacó la importancia de encontrar una solución política a la crisis en Siria e insistió en la necesidad de ayudar a los países vecinos que reciben refugiados.
La reunión, que se celebra en el centro de conferencias "Queen Elizabeth II", en el barrio de Westminster, lleva el nombre de "Apoyar a Siria y a la región" y ha sido organizada conjuntamente por la ONU, el Reino Unido, Alemania, Kuwait y Noruega.
En su intervención, Cameron, que confió en que los participantes de este encuentro consigan los fondos requeridos, resaltó la importancia de ayudar a los más necesitados en los países vecinos a Siria para que un día puedan volver a su territorio.
El primer ministro mencionó especialmente la educación de los refugiados para prepararles a fin de que puedan volver a Siria para trabajar una vez que se ponga fin a la guerra.
Cameron, que ha prometido aceptar unos 20.000 refugiados sirios en los próximos cinco años, también presentó a los asistentes un vídeo que muestra el sufrimiento de la población a causa de un conflicto armado que lleva ya casi cinco años.
A esta conferencia asisten, además del primer ministro británico, David Cameron, la canciller alemana, Angela Merkel, y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon.
El conflicto civil, que lleva ya cuatro años, es considerado uno de los mayores desastres humanitarios del mundo pues ha provocado el desplazamiento interno de 13,5 millones de personas, mientras que hay 4,6 millones de refugiados en países de la región.
La ONU estima que este año se necesitarán unos 7.730 millones de dólares para atender la ayuda, pero serán requeridos otros 1.200 millones de dólares para las naciones vecinas, cuyos servicios públicos, como hospitales y escuelas, afrontan una fuerte carga.
Los organizadores, según fuentes británicas, están comprometidos a trabajar "juntos" para poner fin al conflicto armado y apoyar una Siria que sea "próspera y pacífica".