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Albert Ramdin, nuevo jefe de la OEA: “No discutiré si Venezuela es una dictadura, necesito soluciones”

El surinamés reiteró que mantendrá un enfoque sobre Venezuela distinto al de su antecesor, Luis Almagro. "Decir solo que es una dictadura no basta. ¿Y después qué? Necesitamos soluciones”, subrayó. Entre sus prioridades, destacó el fortalecimiento institucional de la organización, la defensa del multilateralismo y una respuesta más eficaz a las crisis regionales

El nuevo secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Albert Ramdin, busca imprimir un tono conciliador en su gestión al frente del organismo hemisférico. El surinamés expresó su intención de "abrir un canal de diálogo" con el Gobierno y la oposición de Venezuela, evitando entrar en debates que, según dijo, no conducen a soluciones.

“No voy a discutir si es una dictadura o no. Lo importante es buscar estabilidad política y resolver los problemas de fondo”, afirmó a la agencia EFE desde su despacho en Washington.

Ramdin, quien asumió el cargo en mayo tras suceder al uruguayo Luis Almagro, es el primer secretario general de la OEA proveniente de un país caribeño. Se prepara ahora para su primera Asamblea General al frente del organismo, que se celebrará del 25 al 27 de junio en Antigua y Barbuda.

Entre sus prioridades, destacó el fortalecimiento institucional de la organización, la defensa del multilateralismo y una respuesta más eficaz a las crisis regionales.

Uno de los focos de su agenda es Haití, país al que calificó como una de las mayores urgencias del continente. “Ha habido más muertos en Haití en los últimos dos meses que en cualquier otro lugar del mundo”, lamentó.

Detalló que la OEA trabaja en un plan centrado en la seguridad, la ayuda humanitaria, la convocatoria a elecciones y la recuperación económica, que espera presentar en julio ante los Estados miembros. Aunque aclaró que el organismo no tiene mandato para enviar fuerzas de paz, se mostró abierto a apoyar la misión internacional liderada por la ONU.

Sobre Venezuela, Ramdin reiteró que la OEA debe mantener su compromiso con la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho, pero dejó claro que su enfoque será distinto al de su antecesor.

“Quiero promover un diálogo real con todas las partes. Decir solo que es una dictadura no basta. ¿Y después qué? Necesitamos soluciones”, subrayó.

El secretario general también se refirió a otros temas sensibles, como la situación de Nicaragua, país que formalizó su salida de la OEA pero que, a su juicio, debe seguir siendo objeto de observación por su relevancia en el hemisferio.

Además, abordó las tensiones generadas por las políticas migratorias de Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump.

Si bien reconoció que cada país tiene derecho a controlar sus fronteras, insistió en que estas medidas deben aplicarse respetando los derechos humanos y abordando las causas estructurales de la migración.

En cuanto a la relación con Washington, Ramdin confía en que Estados Unidos no se aleje del organismo. “Más del 60 % de los problemas en la región son transfronterizos. No se pueden resolver sin cooperación”, advirtió.

Reconoció, no obstante, que la OEA enfrenta desafíos financieros. Estados Unidos sigue siendo su principal donante, pero muchos países mantienen deudas con la organización.

“Es un círculo vicioso: si no hay confianza, no hay prioridad en pagar. Pero si demostramos eficacia, los países cumplen”, explicó, y reveló que desde su llegada tres Estados ya saldaron sus cuotas pendientes.

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