Aborto legal en Argentina se encamina a un reñido debate en el Senado
Tras una histórica aprobación en la Cámara de Diputados el jueves pasado, la despenalización del aborto en Argentina se encamina a un debate en el Senado aún sin fecha y con final incierto.
El respaldo que obtuvo el proyecto en la Cámara baja y la movilización que despertó en la sociedad permiten vislumbrar la aprobación pese a ser una instancia tradicionalmente más conservadora.
Pero tal como sucedió en Diputados, serán los indecisos quienes terminen inclinando la balanza en una discusión que ha abierto divisiones al interior de los partidos.
En el país del papa Francisco, la Iglesia Católica ha desplegado -sin resultado- toda su influencia sobre los diputados. También lo hará en el Senado.
Voto a voto
En los últimos meses, muchos de los 72 senadores expresaron sus posiciones, aunque puede haber cambios de última hora. Un conteo preliminar revela que persisten 11 indecisos sobre 33 opiniones en contra y 28 a favor.
El proyecto para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación obtuvo 129 votos a favor frente a 125 en contra y una abstención la Cámara baja.
Establece también la gratuidad de la práctica que deberán prestar todos los centros de salud del país. Luego de la semana 15 habilita el aborto para casos de violación, imposibilidad de vida extrauterina o riesgo de salud para la mujer. El presidente Mauricio Macri se manifestó "a favor de la vida", aunque impulsó el debate parlamentario.
La fuerza de la campañas en Twittter contra la violencia machista fue un empuje fundamental para que el proyecto esté siendo debatido en el Congreso tras siete intentos fallidos. El bloque de la expresidenta Cristina Kirchner, el Frente para la Victoria, anticipó su apoyo.
La actual senadora, que mantuvo una posición reacia a abrir el debate parlamentario sobre el aborto durante sus dos presidencias (2007-2015), respaldará el proyecto.
"El bloque de senadoras y senadores del FPV-PJ informa que, en su totalidad, votará a favor de la media sanción de Diputados, atendiendo una demanda de la sociedad que se ha expresado masivamente a través de los Colectivos de Mujeres", indicó un tuit oficial del bloque kirchnerista de nueve senadores.
La Cámara aún debe definir si habilita un tratamiento rápido -en dos semanas- o si convoca a una ronda de consultas, como lo hizo Diputados, en un proceso en el que expusieron 700 oradores en dos meses y medio. Quienes están a favor buscan acelerar el debate para aprovechar el impulso de una fuerte movilización feminista.
Quienes se oponen, apoyados por la Iglesia católica y otros credos, también redoblarán esfuerzos para hacer fracasar el proyecto. De ser rechazado no podrá volver a debatirse hasta 2019.
Cuestión de fe
La vicepresidenta y presidenta provisional del Senado, Gabriela Michetti, es una férrea opositora al proyecto en línea con su fe católica. Para que la ley sea aprobada, se necesita los votos de la mayoría de los presentes.
Como representantes de los gobiernos provinciales, los senadores llevan la impronta de la idiosincrasia de sus terruños. El norte de Argentina es tradicionalmente más conservador y católico, culto mayoritario del país.
Por ello senadores de Salta, Tucumán, Jujuy, Tucumán y Catamarca adelantaron que votarán en contra. Los representantes religiosos siguen haciendo sentir su influencia.
"Por primera vez avanza una legislación democrática que promueve la muerte de seres humanos", dijo monseñor Alberto Bochatey tras la aprobación de los diputados. La Iglesia lo nombró como inédito delegado para el diálogo con el Congreso en este tema. También referentes evangelistas llamaron al Senado a "defender las dos vidas", eslogan de los que están en contra.
"Animaremos a cada congregación evangélica, no sólo a firmar en favor de la vida, sino a comprometernos con todo lo que este nuevo desafío nos demanda frente a un resultado tan exiguo que no refleja el sentir mayoritario de la ciudadanía", afirmó en un comunicado el pastor Rubén Proietti, presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas.
Para las Católicas por el Derecho a Decidir, una de las ONG impulsoras de la ley, la aprobación es un hecho. "Mas tarde o más temprano, es imparable", dijo su titular Marta Alanís.