Dylan en Versión Final: “Mi vida era el béisbol”
Tal vez hubiese sido un gran pelotero, pero la vida lo sorprendió tras permitirle descubrir el don que hoy lo lleva a la cima del éxito: la música. Dylan Pérez, integrante de la nueva agrupación zuliana DJT, decidió dejar el bate por un micrófono con el que gana popularidad en el mundo artístico, gracias a su carisma, extroversión y picardía innata.
“El King”, como también es conocido, se con esa un artista integral. Su talento no se limita a cantar y bailar con facilidad en los escenarios, pues la pantalla grande sirvió de plataforma el pasado año para demostrar su talento histriónico al asumir el reto de encarnar de niño a “El Bolerista de América” Felipe Pirela, en la película El Malquerido.
—¿Cómo fueron tus primeros pasos en la música?
—Cuando tenía ocho años, me subía a la cama con mi hermano y juntos cantábamos con los desodorantes de bolita. Recuerdo que colocábamos las almohadas en el piso, simulando que eran el público, y cantábamos temas de Wisin y Yandel y Don Omar. Después fui a un reality show y me escogieron para un grupo que se llamaba Proyecto AT, luego formé parte de Índigo y ahora salté a las grandes ligas con esta nueva agrupación.
—¿Quiénes son las personas más importantes en tu vida?
—Mi familia. Mi mamá, que me da muchos consejos y me regaña con amor cuando es necesario; mi papá, quien siempre me apoya en cada paso que doy; mi abuela Donaida y mi abuelo José, nos consienten y nos cocinan muchas cosas ricas. También mi abuela Marlene y mi tía “Nany”. En definitiva, ellos son mi motivación.
—¿Qué opinan tus padres sobre tu profesión?
—Cuando compartí mis sueños con ellos, al principio les pareció raro porque mi vida era el béisbol. Sin embargo, mis padres me dijeron que me iban a apoyar en esta decisión. Yo creo que fue una cosa de Dios, porque de un día para otro descubrí que cantar es uno de los grandes dones que él me regaló.
—¿Cómo haces para distribuir el tiempo entre los estudios y las grabaciones?
—Es muy duro y un poco difícil porque la situación del país también nos perjudica. En algunas oportunidades se nos di culta hacer nuestras tareas. A veces el carro se daña y me cuesta llegar al colegio, pero siempre estoy pendiente de hacer todas mis actividades.
—¿Cómo transcurre en día normal en tu vida?
—Generalmente me levanto como a las 12:00 del mediodía e inmediatamente voy a comer. También me dedico a escribir canciones cuando no tengo nada que hacer. La música me mueve y hace de mí una mejor persona.
—¿Qué te inspira al momento de componer?
—El cariño que recibo de todas las chicas y el apoyo incondicional de mis padres. Me siento afortunado por contar con esa gran bendición. A ellos les agradezco su gran amor y paciencia. También invito a los padres a apoyar a sus hijos en sus sueños, para que ellos puedan descubrir sus talentos y sacarles provecho.
—¿Recuerdas a tu primer amor?
—Creo que somos muy niños para saber lo que es un amor, pero sí hemos tenido cierta química con muchas fans. Ellas me hacen sentir especial cuando me piden una foto o me dan un abrazo, ese sentimiento es muy bonito.
—¿Recuerdas la experiencia más bonita que has vivido con una fan?
—Nuestro primer concierto con Índigo, en Alvarito. Recuerdo que terminó antes porque había muchas niñas en el local y no cabían. Eso fue un sueño hecho realidad, nosotros lloramos de la emoción.
—¿Te has enamorado de alguna seguidora?
—¡Eso es un secreto! (Sonríe), pero te lo voy a contar. Recuerdo que cuando estábamos en Índigo fuimos a un show en una casa. Había muchas niñas, pero una fan me echó. Recuerdo que ella tenía la franela de la agrupación, era blanquita, tenía los ojos bonitos, el pelo lacio, era muy hermosa. Después de ese día no he vuelto a verla, tampoco nos seguimos en las redes sociales.
—¿Cómo fue tu primer beso?
—Bueeeeno… (Risas) Como a los 11 años di mi primer beso. Pero antes de eso, cuando estaba en primer grado le robé un beso a una niña. Ella era muy bonita, para ese entonces la música no existía en mi vida.
—De los artistas venezolanos, ¿quién es tu favorito?
—Admiro a Chino y a Nacho y Sixto Rein. Ellos tienen algo en común, una gran calidad humana y mucha humildad. También me gusta cómo se desenvuelven en la tarima e interactúan con el público.
—De los artistas internacionales, ¿quién es tu favorito?
—Daddy Yankee y Maluma
—¿Te gustaría experimentar en la animación?
—Sería bueno. Ya tuve la oportunidad de actuar en la película El Malquerido y fue extraordinario. Desde pequeño, también he participado en campañas publicitarias y comerciales de reconocidos calzados de la ciudad.
—¿Cómo te imaginas dentro de diez años?
—Me veo muchísimo más humilde, recompensando a mis fans por todo el cariño que me han dado. También escribiéndole cosas bonitas para enamorarlas. Me visualizo poniendo el nombre de nuestro país y nuestra bandera en alto, recorriendo el mundo y enalteciendo nuestro talento.
—¿Te imaginas viviendo fuera de Venezuela?
—Es una posibilidad, pero estar en esta nueva agrupación es un sueño hecho realidad. Tengo mucha esperanza en este proyecto, estoy seguro que tendremos mucho éxito porque tenemos esa estrella, el carisma y el amor que nos permite tener química con nuestro público.