Cuba vibra al son del mejor jazz mundial
Lo mejor del jazz mundial, con Chucho Valdés, Herbie Hanconk, Marcus Miller, Esperanza Spalding o Cassandra Wilson, hizo vibrar La Habana, convertida el pasado domingo en la capital mundial de ese género, que constituye un lenguaje universal de paz, unidad y entendimiento entre culturas.
El Gran Teatro de La Habana "Alicia Alonso" se convirtió en el escenario de un concierto único, celebrado con motivo del Día Internacional del Jazz, declarado por la Unesco, que reunió a medio centenar de artistas de renombre internacional, que entre todos alcanzan una nómina de más de sesenta premios Grammy.
"Un proverbio africano dice que una ciudad sin música es una ciudad muerta. Hoy La Habana es el lugar más dinámico, lleno de vida y con más espíritu del planeta", afirmó el pianista y compositor estadounidense Herbie Hancock, codirector artístico del espectáculo junto con Chucho Valdés.
Los dos pianistas, leyendas vivas del jazz, pusieron la guinda al espectáculo al tocar juntos el tema Imagine, ese himno de la paz firmado por John Lennon, un cierre magistral que desembocó en la conocida Guantanamera, una de las melodías más conocidas del son cubano.
Los estadounidenses Cassandra Wilson, Esperanza Spalding y Kurt Elling; la coreana Youn Sun Nah, el cubano Bobby Carcassés, el brasileño Ivan Lins, el camerunés Richard Bona y el tunecino Dhafer Youssef, pusieron voz a esa inédita fusión musical que levantó a todo el auditorio de sus asientos.
Minutos antes, tuvo lugar una actuación muy especial, la que unió a Chucho Valdés con el también pianista cubano afincado en EEUU Gonzalo Rubalcaba: era la primera vez que pisaban juntos un escenario "dos de las más talentosas figuras del jazz mundial", según palabras del propio Hancock.
"El jazz nació hace un siglo como una forma musical que hoy se ha convertido en una fuerza universal de paz, diálogo y unidad, sin importar fronteras, distancias o diferencias. El jazz ha sido la voz de la libertad para millones de personas", dijo el actor Will Smith, que ejerció de maestro de ceremonias en la gala que contó con el mítico productor musical Quincy Jones como invitado especial.
Los de Chucho con Hancock y Rubalcaba no fueron los únicos duetos para el recuerdo: el jazzman cubano Bobby Carcassés interpretó junto con la joven Esperanza Spalding, en la voz y al bajo, I adore you, un tema sin letra sobre el que improvisaron siguiendo la melodía.
El jazz latino y cubano, como no podía ser menos, tuvo un lugar muy especial en el show, de la mano y voz de artistas de la isla como los cantantes El Indio Llorente y Oscar Valdés; el trompetista Julio Padrón, el pianista Roberto Fonseca o los percusionistas Adel González y Yaroldy Abreu.
En honor a los orígenes del jazz cubano y su influencia en el género en todo el mundo, el concierto arrancó con una versión del clásico Manteca, esa maravilla que germinó de la fructífera relación musical entre dos de los fundadores del jazz moderno, el cubano Chano Pozo, que se trasladó a los Estados Unidos en 1942, y Dizzy Gillespie.
"El jazz ha recorrido el mundo, ha sumado diferentes formas y ha crecido bajo múltiples climas e influencias en todos los continentes. Aquí en Cuba las numerosas ramas del jazz se han unido para crear algo nuevo, algo atrevido", afirmó en su discurso Irina Bokova, directora general de la Unesco.