Editorial: Un rescate o una negociación ¿a quién creerle?

Los asilados en la embajada de Argentina saltaron a los titulares luego de saberse su salida de un asedio de más de 400 días por apoyar la opción de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia a las presidenciales de 2024.
Como ya es sabido, fueron objeto de una dura persecución, y lograron llegar a tiempo a la sede diplomática para salvarse, in extremis, del calabozo. Otros miembros del equipo de Machado no lo lograron y hoy permanecen detenidos.
El tema saltó a los titulares de medios nacionales e internacionales hace poco más de 48 horas. Marco Rubio, secretario de Estado de los EEUU, anunciaba una operación de rescate quirúrgica que había logrado una extracción impecable de Pedro Urruchurtu, Magallí Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos y Omar González.
El silencio de Miraflores se extendió mientras los medios continuaban contando la historia de Rubio y de María Corina Machado que además sumaba a su madre Corina Parisca, también había logrado salir del país.
Todo esto ocurriendo cuando el propio Nicolás Maduro aterrizaba en Moscú para reunirse con Putin por el 80 aniversario de la victoria en la II Guerra Mundial.
Se tejieron hipótesis. La gente se preguntaba ¿cómo lo habrían logrado los norteamericanos?, ¿cómo habían burlado el fino aparato de vigilancia del Gobierno de Maduro?, ¿quién colaboró?, ¿una embajada que solo tiene una entrada y una salida y no se habían percatado de la huída? ¿cómo había participado el Gobierno de Milei?
Y el silencio de Miraflores continuaba.
Fue el Ministro Diosdado Cabello quién lo rompió con una declaración ya pronosticada: “Todo formó parte de una negociación”.
Mostró imágenes en su programa de televisión en donde Corina Parisca, madre de María Corina Machado, salía sonriente por un aeropuerto.
Pero viene una lluvia de dudas razonables, de parte y parte.
Por ejemplo, la reacción tardía del Gobierno de Maduro es una de ellas. Da pie a pensar que se tomaron el tiempo necesario para armar su contraargumento. Recopilar pruebas y escuchar primero al agresor, en este caso EEUU y Argentina.
Otro elemento que abre duda es el allanamiento de la residencia de Magalli Meda tras su salida de la embajada de Argentina. Imágenes de funcionarios del Sebin revisando su casa han corrido por redes y medios. ¿Acaso no hubo negociación? ¿Qué buscaban entonces en su residencia? ¿Era parte del acuerdo la requisa desarrollada?
¿Por qué Diosdado Cabello solo muestra fotos de Corina Parisca y no del resto?
¿Por qué no hay un documento firmado o imágenes como las que hicieron a Edmundo González Urrutia en la embajada de España?
Sabemos que las formas en la diplomacia alcanzan para mucho, pero, ¿por qué el Secretario de Estado Marco Rubio lanza un tuit celebrando la operación y confirmando que los asilados fueron liberados del “régimen ilegítimo de Maduro”?...
Es decir, o en el acuerdo se plasmó que verbalmente EEUU seguiría atacando al Gobierno de Maduro para mantener las formas de la confrontación política, o sencillamente, la operación fue cierta.
¿Tiene sentido que se acordara que EEUU continuara en su narrativa de ataque a Maduro o tiene más sentido que se matizaran las declaraciones de Rubio?
Y de parte de EEUU… ¿Aportarán más detalles de la quirúrgica operación de rescate? ¿Seguirán con nuevas operaciones?
Hay un punto que resalta y es la posibilidad, ya descartada por Cabello, de la colaboración interna. ¿Es factible o no?
A esta hora aún no se hace mención de protección o de salida de Venezuela de miembros de fuerzas de seguridad que estuviesen destinados a la vigilancia de la embajada, pero eso resultaría lógico dado el grado de clasificación de la operación que solo permite difundir parte de ella.
Pero ¿y si no hay funcionarios que hayan salido, sino que, por el contrario, han quedado dentro de Venezuela como agentes dobles?
Así pues siguen surgiendo preguntas que dejamos colar aquí.
Carlos Alaimo
Presidente-Editor