El mayor regalo para LUZ es su refundación

La Universidad del Zulia, faro de conocimiento en la región y en Venezuela, ha sido más que una institución académica; ha sido una luz brillante que iluminó no solo el Zulia sino también a mentes en el mundo. Su legado se erige como orgullo de nuestra región, forjado a partir del espíritu libertario del zuliano rebelde y de mentes agudas y vanguardistas.
Los egresados de esta alma mater han alcanzado reconocimiento global, posicionando a nuestra universidad en hitos importantes del mundo académico. Jesús Enrique Lossada, pionero de su reapertura hace 77 años, y el visionario rector Antonio Borjas Romero, son arquitectos de una institución que abraza la ciencia, el arte, y la cultura avanzada, todo enmarcado en una conceptualización arquitectónica que se despliega en más de 600 hectáreas.
No obstante, los últimos 30 años han sido testigos de la decadencia más profunda, agravada en la última década por una administración nacional que parece ver a la academia como enemiga. La desidia, la corrupción y la mediocridad han erosionado sus cimientos.
A pesar de este oscuro panorama, hoy LUZ se mantiene en pie gracias a la fortaleza y amor de algunas autoridades que resisten la entrega total a un gobierno que menosprecia la educación. Y esas mismas figuras bloquean a quienes buscan dañarla desde su interior, convirtiendo sus roles en burdeles políticos que desvirtúan la administración.
Es un testimonio doloroso de escribir, pero LUZ no solo es una institución, es parte de nuestra vida. Nos formamos en sus aulas no solo para obtener un título, sino para adquirir conocimientos que nos han moldeado. ¿Cómo no devolver con amor lo que ella nos dio?
En el marco de sus 77 años de reapertura, el mejor regalo que podemos ofrecer es refundarla. ¿Con quién? ¡Con todos los zulianos! LUZ es nuestra, la vivimos, la sentimos y nos duele. En sus mejores momentos, un rector de LUZ tenía más prestigio que un gobernador impuesto desde Caracas; esa figura debe ser nuevamente respetada.
¿Y con quién más? Con los dignos docentes, empleados y obreros que persisten en espacios hoy destruidos por el abandono y la criminalidad. La reconstrucción y refundación exigen la participación de los mejores hombres y mujeres dispuestos a rescatar esta nave del conocimiento y llevarla hacia el puerto de la honorabilidad, la ciencia y la cultura.
En este desafío, los miembros de LUZ no estarán solos. Serán respaldados por los zulianos que valoramos la institución y que, a pesar de la distancia, mantenemos nuestro vínculo con ella, entregándole amor y dedicación.
El mejor regalo para LUZ es su refundación.
Carlos Alaimo
Presidente-Editor