Editorial: 28 de julio: Las cartas están echadas
Nicolás Maduro, después de un cuarto de siglo de un proyecto que destruyó la nación, pretende “anestesiar” al pueblo venezolano andando en campaña como si fuera un candidato, ofreciendo lo que en este lapso de tiempo no ha hecho. La ciudadanía despertó y hoy más del 90 % rechaza su gestión.
“Las cartas están echadas”.
Los cuatro pilares que en su momento fueron el soporte de este modelo diseñado en La Habana hoy están en su mínima expresión.
1. La base del chavismo-madurismo está totalmente alejada de ese sentimiento que llegó a conquistar al 72 % o más de una población que fue cautivada por “los cantos de sirenas” de Chávez y después, por la vía “del pajarito”, siguió Maduro.
2. Podemos así mismo ver cómo los “colectivos”, con un fanatismo pocas veces visto en la historia venezolana defendiendo un proyecto político, hoy colocan esa pasión al lado de María Corina Machado y de Edmundo González.
3. El estamento militar. La corrupción, a pesar de que ha sido democratizada, ha sido justamente distribuida. A unos pocos de la cúpula “verde” les llegó muchísimo y a la gran mayoría solo unas “buruzas”. Se habla de que más del 80 % del sector uniformado está a favor de reconocer el triunfo de Edmundo González. Ese segmento poblacional también tiene familia que vive la crisis que Maduro ha originado en el país y familiares fuera del país también tienen.
4. El cuarto y último pilar que sostenía este modelo autoritario era la “unidad interna” que el chavismo-madurismo conservaba. Hoy está despedazada. El chavismo, por la vía de sus voceros, está apostando a la derrota de Maduro. Ellos están esperando la próxima ronda electoral, previendo un fracaso del gobierno de Edmundo González. Y entre el madurismo vemos cómo se alimenta el fraccionalismo de ese sector, donde incluso dos gobernadores (Miranda y Carabobo), perdiendo Maduro, ellos ganan. Saben que su vida política no muere este 28 de julio, sino que más bien renace ese día con un “futuro” más cierto para ellos, puesto que salen de una vez de las pretensiones de Diosdado Cabello y del propio Nicolasito Maduro. Por ello, podemos tener claro este escenario electoral y afirmar que las cartas “están echadas”.
Carlos Alaimo.
Presidente Editor.