Zúrich se prepara para gala del Balón de Oro teñida de azulgrana
Zúrich, la ciudad sede de la FIFA, será escenario este lunes de la gala del Balón de Oro, en la que el argentino Lionel Messi y su club, el Barcelona, son favoritos a acaparar buena parte de los premios.
La fiesta no se celebrará en Basilea, la ciudad del club en el que un tal Hans Gamper (catalanizado después como Joan) había sido su capitán antes de emigrar a Barcelona y fundar el FC Barcelona, inspirándose en los colores de su antiguo equipo (el azul y rojo del FC Basilea) para diseñar la camiseta del Barça, azul y grana.
La mayoría de apuestas apuntan a que esos colores serán los dominantes este lunes en la gala del Balón de Oro, ya que tras el gran año realizado por un Barcelona capitaneado por Messi (ganando cinco títulos de seis posibles), todo apunta a que el club catalán acaparará muchos de los premios.
Para empezar, dos de los tres finalistas al Balón de Oro son integrantes del Barcelona, ya que a Messi le acompañará en el podio su compañero brasileño Neymar, aspirante por primera vez al preciado galardón.
El tercero en discordia será el portugués Cristiano Ronaldo, ganador en las últimas dos ediciones (y tres en total contando la de 2008), pero el astro del Real Madrid puede pagar caro el que su equipo no sumase ningún título en 2015 y ceda su corona.
A sus 23 años, Neymar seguramente sería el máximo favorito al premio si solo contase la segunda parte del año, en la que el brasileño se echó a la espalda al Barcelona, privado de Messi en octubre y noviembre por una lesión de rodilla.
Números imbatibles
Pero en el global de todo el año, las credenciales que presenta Messi parecen imbatibles y suficientes para garantizarle un quinto Balón de Oro (lo ganó ininterrumpidamente de 2009 a 2012).
Además de los títulos con su club y el subcampeonato en la Copa América, Messi marcó 43 goles en 38 partidos de campeonato, además de 18 pases de gol y acabó máximo anotador de la Champions (con 10 goles, empatado con CR7 y Neymar).
Y más allá de los números, Messi dejó acciones para la historia, como cuando con un regate seco dejó 'sentado' literalmente al alemán Jerome Boateng para marcar al Bayern Múnich en semifinales de la Champions y abrir el camino hacia la final, en la que el Barcelona ganó 3-1 a la Juventus.
O la jugada con la que abrió el marcador en la final de la Copa del Rey (victoria 3-1 ante el Athletic Club de Bilbao), en la que recibió la pelota en el centro del campo, escorado a una banda, y se plantó en el área pequeña rival, regateando a cuantos defensores le salían al paso, para batir al arquero rojiblanco.
Por esa obra de arte, Messi también podría ganar este lunes el Premio Puskas al Mejor Gol del Año, categoría en la que competirá contra el italiano de la Roma Alessandro Florenzi y contra un modesto futbolista brasileño, Wendell Lira.
Además de Messi, su técnico Luis Enrique parece también el principal favorito al premio al Mejor Entrenador del Año, pugnando con Pep Guardiola (que también es historia del Barcelona) y con el seleccionador de Chile Jorge Sampaoli.
¿Quién hará de Blatter?
Ni Pep Guardiola, por encontrarse de concentración con el Bayern Múnich en Catar, ni Luis Enrique, que no explicó los motivos, estarán presentes en una gala que tendrá otra destacada ausencia: la de Joseph Blatter.
El presidente dimisionario de la FIFA era el anfitrión desde que la máxima institución del fútbol se unió a la revista francesa France Football para entregar un solo premio al mejor jugador del año (2010). Sancionado por la propia institución, inmersa en una crisis sin precedentes por corrupción, Blatter ni siquiera podrá pisar el Palacio de Congresos de Zúrich, ya que su castigo se lo impide.
A falta de confirmación por parte de la FIFA, parece que en esta edición será más fácil adivinar quien ganará el Balón de Oro que quién se lo entregará al vencedor.