UN ALIADO DE LUJO

Wilson Ramos disfrutaba de un paso familiar un día después de inscribir su nombre en un episodio histórico en las Grandes Ligas.
La noche del miércoles el receptor venezolano completó una combinación atípica para cualquier otro catcher en la Gran Carpa. Ramos fue el receptor de Max Scherzer en una apertura en la que el derecho de los Nacionales de Washington se convirtió en el quinto lanzador con 20 o más ponches en un juego. Tras recibir detrás del plato la joya de Scherzer, Ramos se convirtió en el primer careta en el big show que ha quechado en un juego sin hits ni carreras y también un encuentro de 20 ponches propinados.
“Realmente estoy muy contento por lo que logró Max y por ser parte importante de eso. Hoy es que voy asimilando lo que se ha conseguido y me siento orgullo de ser parte de algo histórico para el equipo. Estar aquí junto a mi familia y darme cuenta en las noticias de lo que pasó me pone muy contento, pues ellos también lo están disfrutando”, indicó Ramos a Versión Final vía telefónica desde Washington. Ramos tiene el privilegio de defender el plato en los tres no hitter en las historia de los Nacionales, los dos de Scherzer y uno con Jordan Zimmermann.
“Fue un juego muy electrizante, hubo mucha adrenalina en el terreno, Scherzer estaba muy enfocado en su trabajo y yo estaba tratando de ayudarlo de la mejor manera y de mantenerlo enfocado en el plan que teníamos para cada bateador”, describió el criollo. Su abridor se una ahora a Roger Clemens (dos veces), Kerry Wood, Randy Johnson y Tom Cheney, quienes han abanicado a 20 rivales en un encuentro.
En sintonía Ramos es consiente de la exigencia que representar guiar a abridores de la categoría de Scherzer, Stephen Strasburg y Gio González, pero el criollo asegura que cuenta con las herramientas para responder a las necesidades de sus compañeros.“Entre Max y yo, y con cada uno de los pitchers de este equipo, existe muy buena comunicación y mucho respeto, tratamos de mantenernos siempre en la misma página. Y contra Detroit fue uno de esos días que todo sale casi perfecto”.
Con Ramos, los lanzadores de los Nacionales mantienen efectividad de 3.05, la más baja entre los caretas con al menos 200 entradas detrás de la goma. “Hay un plan mutuo, antes de cada juego me reúno con ellos para establecer cómo lanzar ante cada bateador y en una determinada situación, así ya sé lo que los pitchers tienen en mente al momento de yo llamarles el juego. No es algo fácil, pero uno debe ser muy inteligente”.
Sabe de eso
Si bien solo cinco escopeteros han conseguido ponchar a 20 de sus rivales en una misma presentación, Ramos cree que lograr un mantener sin hit a sus contendientes tiene un grado de difi cultad aún mayor. “Creo que es más difícil lanzar un juego sin hit ni carreras, fíjate que en los tres no hitters que he tenido la oportunidad de quechar, ninguno la logrado ponchar a tanta gente. Son muchos los factores que se tienen que conjugar para que no te den imparables”, puntualizó Ramos, quien es el venezolano que más experiencia tiene en este tipo de joyas, seguido de Miguel Montero (2), Jesús Montero, Héctor Sánchez y Jesús Sucre.