Choque de rachas en la Rod Laver Arena
Probablemente, la final del Abierto de Australia reúna a los dos jugadores más en forma del momento. La Rod Laver Arena cita este domingo a Novak Djokovic y a Daniil Medvedev en la batalla por el primer título de Grand Slam de la temporada, un partido en el que chocan dos grandes rachas.
Por una parte, el No. 1 del FedEx Ranking ATP nunca ha perdido en el partido por el título en Melbourne Park. Y lo ha hecho en ocho ocasiones (2008, 2011, 2012, 2013, 2015, 2016, 2019, 2020). Nadie ha levantado más veces el trofeo en Australia que el serbio, donde ha ganado, además, 81 de los 89 partidos que ha disputado en su carrera.
Al otro lado de la red, se alza la figura del aspirante. El ruso se ha asegurado una plaza en el Top 3, después de acceder a su segunda final de Grand Slam. Más allá de la experiencia que ha ido adquiriendo desde que perdió en el último partido del US Open 2019 (p. ante Rafael Nadal), esta vez se presenta con una lista de victorias que le conceden todo el crédito.
No obstante, Medvedev ha ganado los 20 últimos partidos que ha disputado, 12 de ellos frente a rivales de categoría Top 10. Y es que ha logrado derrotar a todos los jugadores del Top 10 desde entonces, salvo a Roger Federer que no ha competido en este período. Por el camino ha conquistado el Rolex Paris Masters, las Nitto ATP Finals y la ATP Cup con Rusia.
Ante este escenario, ¿Quién es entonces el favorito para levantar el trofeo en el Abierto de Australia 2021?
Medvedev está ante una nueva oportunidad para colar su nombre en el selecto grupo de campeones de Grand Slam, algo que en activo únicamente pueden presumir más allá de Federer, Nadal y Djokovic, otras raquetas como las de Andy Murray, Stan Wawrinka, Juan Martín del Potro, Marín Cilic y Dominic Thiem.
En esta edición fue capaz de reponerse a la adversidad en tercera ronda frente a Filip Krajinovic. El ruso tuvo que jugarse el duelo en el quinto set, para ganar por primera vez un partido que se decidía en la manga definitiva por 6-3, 6-3, 4-6, 3-6, 6-0. En ese encuentro sacó a relucir su carácter ganador, pero también su frustración con su equipo en un momento determinado.
Su entrenador, Gilles Cervara, sabe que no es algo personal, sino un reflejo cómo funciona el rompecabezas. “Su juego es como su personalidad, muy diferente”, señaló el técnico francés en 2019, cuando su pupilo accedió a su primera final de Grand Slam en Nueva York. “Es como entrenar a un genio. Y a veces los genios son incomprendidos. Es así. Son diferentes. Y tienes que conectar con ellos”.
McEnroe, que también fue un jugador con fuerte carácter, hace una comparativa algo más kasparoviana: “Es como un maestro de ajedrez”.
Desde que llegó a la final de Flushing Meadows, donde llevó a Nadal al límite, Medvedev ha sido un ejemplo de consistencia, un jugador con muchas rachas. La última y más espectacular es la que le permite presentarse en la última ronda en Melbourne Park como un jugador invicto desde el pasado 30 de octubre de 2020.
“Es difícil mantener esa forma desde Londres hasta Melbourne”, confesó sobre su estado de gracia en los últimos cuatro meses. El ruso, que se convirtió en el jugador de su país mejor clasificado desde Nikolay Davydenko en 2008 (No. 4 del FedEx Ranking ATP), no se pone límites. “Estoy feliz de seguir manteniendo mi juego en lo alto. Esta claro que, de cara a la confianza, cuando ganas a todo el mundo, es genial, porque creo que la gente empieza a tenerte un poco de miedo. A la vez, habrá quien tenga aún más ganas de ganarte. Es una situación complicada”.
Está a un solo paso de tocar el cielo, pero enfrente tendrá al ocho veces campeón en Australia. Djokovic persigue, también, su decimoctava corona de Grand Slam, lo que le permitiría recortar la distancia con las 20 que comparten Nadal y Federer.
Al igual que Medvedev, el serbio pasó apuros en la tercera ronda. Necesitó de cinco sets para batir a Taylor Fritz, en un partido en el que sufrió una lesión abdominal que estuvo cerca de enviarlo a casa. “Haber estado en esta situación muchas veces antes creo que me ayuda a reunir todos los elementos necesarios para alcanzar el pico de forma en el momento adecuado”, manifestó antes de la final.
El principal cabeza de serie y campeón de las últimas dos ediciones no quiere ceder su trono. “Cuando Novak dice que no va a dar nada a nadie, lo creo”, dijo Medvedev después de firmar una convincente victoria ante el quinto favorito Stefanos Tsitsipas por 6-4, 6-2, 7-5. “Se que para derrotarlo necesitas exhibir tu mejor tenis, dar tu mejor versión físicamente durante cuatro o cinco horas y estar al máximo mentalmente durante cinco horas”.
“Nunca sabes cómo va a ser el partido. Ganar un Grand Slam, especialmente frente a Novak es ya una gran motivación y no creo que haya nada que pueda hacerlo más grande”, reveló el ruso. “Me gusta Novak. Lo valoro mucho como jugador. No tomaré esas palabras como algo negativo. Estoy bastante motivado sin esas palabras. No tengo nada que perder, sinceramente”.
Todo está preparado para que presente y futuro choquen este domingo en la Rod Laver Arena.