Por un lugar en el Olimpo
Hace un año, uno de los grupos más nutridos y de mayor calidad en la historia hizo su ingreso al Salón de la Fama del Béisbol de las Grandes Ligas, cuando fueron elegidos Greg Maddux, John Smoltz, Randy Johnson y Craig Biggio, cuatro superestrellas que dominaron el deporte en la década de los 90’ y principios del 2000.
Para la generación del 2016, no se espera una selección tan extensa como la edición anterior, aunque el nombre de Ken Griffey Jr. esté considerado como un candidato seguro que incluso pueda romper el porcentaje de votos recibido por Tom Seaver (98.8), Nolan Ryan (98.8) y Cal Ripken Jr (98.5).
Pero, aparte del ‘Junior’, otros jugadores como Mike Piazza, Jeff Bagwell, Trevor Hoffman y Billy Wagner, los últimos dos, al igual que Griffey ingresan por primera vez, ganan enteros en la consideración de los cronistas de la Asociación de Escritores del Béisbol norteamericano, encargada de realizar la elección.
De todos ellos, Piazza es quien mejor luce en la boleta. En 2015, se quedó a escaso margen de ingresar al templo, al recibir el 69,9 del 75 por ciento de los votos que se necesita para hacer entrada a Cooperstown. El exreceptor dejó una línea ofensiva extraordinaria para un jugador de su posición, pero además, fue considerado por excompañeros como Tom Glavine, un gran cátcher a la hora de llevar a los pitchers.
“Llamaba el juego muy bien” dice Glavine. “Recibía la bola bien, bloqueaba de manera correcta, pero muchas veces los cátchers son definidos como buenos por su manera de lanzar a las bases y en esa posición se juega mucho más que eso”.
Ganan espacio
Los polémicos Roger Clemens, Barry Bonds y Mark McGwire también suman adeptos, aunque se mantendrían todavía lejos del 75 por ciento de los votos que necesita un candidato para ingresar a Cooperstown.
Otros con varios años en el balotaje como Alan Trammel, Lee Smith, Edgar Martínez, Curt Schilling, Tim Raines, Fred McGriff y Jeff Kent aun no parecen convencer a los votantes para alcanzar el Olimpo.