Piscinas del "Poli" siguen en la ruina

Con el regreso de la Copa Libertadores al Zulia, las entidades regionales se abocaron a hacer del estadio José Encarnación “Pachencho” Romero una sede digna para tal evento.
Pero otros espacios deportivos del estado, como la pista de tartán en el mismo “Pachencho” o el Complejo de Piscinas Rafael Vidal, ubicado en el Polideportivo Luis Aparicio, siguen en el olvido, mostrando una cara cada día más deplorable.
Son las piscinas las que peor rostro tienen. El principal complejo para la práctica de deportes acuáticos en la región tiene ya tres años sin funcionar y ocho meses de atraso, desde que las autoridades fijaron fecha para su reinauguración. La última competencia nacional se realizó en 2014, desde entonces promesas van a vienen y el enfermo sigue sin mejorar.
Cronología de la debacle
Los problemas de las piletas marabinas iniciaron con el daño y mal funcionamiento de las bombas de agua, lo que ocasionaba que el líquido se tornara verdoso y con mal olor.
Con el pasar del tiempo, se siguieron sumando otros inconvenientes infraestructurales que terminaron con el cierre indefinido de las piscinas.
A mediados de 2016, el Instituto Nacional de Deportes (IND) realizó una visita a Maracaibo para inspeccionar el complejo que lleva el nombre del nadador capitalino que fue medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84.
Daniel Mata, director nacional de infraestructura del IND, prometió que la obra, con una inversión de 177 millones de bolívares y 35 mil dólares, estaría lista antes de finalizar el año. Llegó diciembre y las piletas continuaron cerradas.
En bombas de agua y filtros para cambiar el sistema de mantenimiento, además de materiales de construcción se destinaron los recursos, según Mata. Pero el problema es mayor.
La Federación Venezolana de Deportes Acuáticos (Feveda), también realizó una visita en el mes decembrino a fin de hacer presión para la culminación de los trabajos. Pero ni la presencia de la autoridad máxima de deportes acuáticos cambió la lamentable realidad.
El presente es aún más desolador. La piscina y la fosa olímpica están vacías, apenas con un poco de agua de lluvia, sucia y empozada en medio. La losa está descolorida y reseca del sol.
Hay desechos de madera, incluso una llanta de vehículo reposa en la pileta de ocho metros y una botella de alcohol yace en la principal, en esa misma donde Albert Subirats, nadador olímpico y recordman nacional, buscó su boleto a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en el Campeonato Nacional Abierto de Natación de ese año.
De los trampolines de entrenamientos para clavados solo queda la base escueta en concreto y hierro oxidado. Faltan tacos de salida y los que quedan están deteriorados.
El resto del complejo luce completamente abandonado y está lleno de escombros y de hojas secas. Un señor barría parte de esos desechos cuando Versión Final hizo el recorrido en el lugar.
Sin alternativas
La triste y desoladora actualidad de las piscinas olímpicas en el Zulia perjudica a los atletas. Natación, nado sincronizado, polo acuático y clavados son las disciplinas afectadas.
En Maracaibo no hay más piletas aptas para entrenar algunas de estas especialidades. El Colegio de Médicos y de Profesores del Zulia (Apuz), faciltan a veces sus instalaciones.
El Instituto Regional de Deportes del Zulia, (Irdez), y la Secretaría de Deportes se reunirán esta semana con las autoridades de infraestructura regional y nacional para abordar este y otro temas sobre las instalaciones deportivas del estado.
Mientras tanto, el desánimo en atletas y entrenadores sigue creciendo, al ver que las promesas de reacondicionar las piscinas del “Poli” fueron palabras al aire.