Los héroes anónimos del clubhouse rapaz

Detrás de una larga temporada, de más de 70 juegos, un equipo de trabajo estuvo presente antes, durante y después de los juegos de Las Águilas del Zulia, para tener todas las pertenencias y uniformes de los peloteros preparados. La divisa campeona de la temporada 2016- 2017 tiene a Giovanny Jiménez, jefe del clubhouse rapaz, como el responsable de coordinar a Ángel Lozano, Darwin Machado, Ángel Luengo, Ramón Agelvis y Leonar Barroso. Este grupo de seis personas forman parte fundamental del título conseguido esta campaña por los zulianos. Son los héroes que se mantienen en el anonimato por no salir al terreno y aparecer en las cámaras de televisión. Su deber es mantener todo organizado y la uniformidad en el equipamiento de los jugadores a la hora de salir al terreno.
“Nosotros somos los que le organizamos los zapatos, ropa, uniforme y gorras a ellos, para que tengan todo listo cuando lleguen al partido y puedan salir a jugar su juego tranquilamente”, declaró Jiménez, mientras acomodaba los implementos que los jugadores van a llevar para la Serie del Caribe Culiacán 2017. “Ya uno tiene el conocimiento de todo lo que utilizan ellos a diario para el juego. Uno sabe lo que usan, lo que van a dejar”.
Su trabajo inicia desde temprano. A las 10:00 u 11:00 a.m. ya deben estar en el recinto deportivo de turno para lavar la ropa, arreglar los zapatos y uniformes que los peloteros y coaches van utilizar. A pesar de iniciar sus labores primero que todos, sus actividades no terminan al finalizar el juego, ellos siguen una vez que las luces se apagan y el resto del equipo se marcha al hotel. 2:00 o 3:00 a.m. es la hora promedio en la que terminan de laborar y pueden descansar.
“Este año todo en el clubhouse nos ha salido muy bien. El único inconveniente que tuvimos fue en un aeropuerto porque un bolso no llegó y ni apareció, pero todo lo demás ha salido muy bien”.
Lo más complicado
Jiménez, el jefe dentro del clubhouse, cuenta con 28 años de experiencia dentro del equipo naranja. Con esa que lo más complicado del trabajo es lidiar con cada uno de los peloteros y personas que hacen vida en la “casa club”, son más de 40 personas.
“Lidiar con cada uno de ellos no es muy fácil, uno no conoce el temperamento de ellos, no sabe cómo van a llegar al dugout, uno los trata a todos por igual porque son peloteros”, explica.
El lunes el trabajo continuó, aunque no había juego. Los seis organizaron el equipaje que los jugadores se van a llevar hoy para México, con el sueño de cerrar la zafra con el trofeo de la Serie del Caribe.