LeBron cierra el año con una exhibición arrolladora ante los Blazers
LeBron James tiene el elixir de la juventud eterna. Solo así se explica que, un día después de cumplir 37 años, la estrella de Los Angeles Lakers ofreciera una arrolladora exhibición ante los Portland Trail Blazers (139-106) con 43 puntos (16 de 26 en tiros), 14 rebotes y 4 asistencias.
James sumó así su séptimo partido con más de 30 puntos, conectó 5 de 10 triples, y fundió a los Blazers con una energía aplastante tanto en ataque como en defensa pese a disputar solo 29 minutos.
LeBron, que volvió a ser el pívot del quinteto inicial de los Lakers, estuvo muy bien acompañado por Russell Westbrook, que firmó su cuatro triple-doble consecutivo con 15 puntos, 13 rebotes y 12 asistencias.
Pero el último partido de los Lakers en 2021 quedó marcado por la excelente actuación coral de todo el equipo (55 % en tiros, 46 % en triples) con jugadores muy destacados como Malik Monk (18 puntos) y Carmelo Anthony (16 puntos con 4 triples).
La noche fue redonda para los Lakers ya que su entrenador, Frank Vogel, regresó al banquillo tras pasar por el protocolo del coronavirus.
Frente a ellos, los Blazers dieron una imagen muy decepcionante y en ningún momento cumplieron con la exigencia del encuentro.
Ben McLemore (28 puntos) y Damian Lillard (18 puntos) fueron los máximos anotadores en una ofensiva realmente oxidada de los de Portland (12 de 42 en triples).
Aunque los Lakers dejaron buenas sensaciones en el encuentro que puso el broche al año, los de púrpura y oro todavía tienen un balance lejos de los mejores de la Conferencia Oeste (18-19) y su veterano y muy arriesgado proyecto para esta temporada aún no ha dado señales de ser un aspirante serio al anillo.
Lebron de principio a fin
LeBron James volvió a ser el pívot titular y la apuesta salió de lujo.
Anotó un triple sacando a Larry Nance Jr. de la pintura, posteó después a Damian Lillard para una canasta con adicional, y lideró con mucha autoridad un gran arranque de los Lakers sin fallos en el tiro (12-4 con 9.44 en el reloj).
La defensa de los Blazers era un drama y LeBron y los Lakers pisaron el acelerador al contraataque hasta forzar el segundo tiempo muerto de los visitantes en solo cuatro minutos (19-6 a falta de 7.55).
La intensidad de los angelinos también se dejaba notar en la protección de su aro aunque tres triples de Ben McLemore frenaron algo la estampida local (27-16 con 4.37 por jugarse).
Pero con la irrupción de Carmelo Anthony desde el banquillo con otros tres triples, los Lakers cerraron un primer parcial casi perfecto (43-28 con un 62 % de acierto en tiros).
El ritmo del partido bajó levemente en el segundo cuarto, pero LeBron siguió al máximo de revoluciones y a falta de 6.34 para el descanso ya había logrado un doble-doble de 20 puntos y 10 rebotes.
Su dominio era apabullante y resultaba imparable para unos Blazers acomplejados que veían cómo James encadenaba un impresionante mate a la carrera con su enésimo triple (56-39 con 5.35 en el reloj).
Con la refrescante aportación de Malik Monk desde el exterior, los Lakers llegaron hasta los 20 puntos de ventaja antes del descanso, pero los 20 puntos de McLemore en la primera mitad redujeron un poco la diferencia (69-54).
En cualquier caso, el amo de los dos primeros cuartos fue James con 27 puntos (10 de 18 en tiros), 10 rebotes y 2 asistencias para unos Lakers que enchufaron 12 de 25 en triples (los Blazers solo metieron 7 de 25).
No cambió en exceso el guion en la reanudación y, aprovechando un saque de Westbrook, James se lució con otro mate enorme (76-59 con 9.57 por jugarse).
Los Blazers ni sabían ni podían contener a los Lakers, que en el contraataque y los ataques rápidos encontraron una mina de oro.
Además iban sumando efectivos para oxigenar y diversificar su ofensiva: Russell Westbrook, Stanley Jonhson, Talen Horton-Tucker…
Lillard trató de plantear una tímida resistencia, pero ante un James desatado -y las evidentes carencias de su propio equipo- tenía muy poco que hacer (101-77).
Con todo resuelto a falta de la rubrica final, el último cuarto no tuvo historia, los dos equipos reservaron a sus estrellas y solo Monk dejó algo de valor en esos minutos con una deliciosa canasta a aro pasado.