Inicia el trabajo contra el reloj

A la bomba de tiempo que es el “Pachencho Romero” ya la empiezan a maniobrar. La cuenta regresiva no da margen de error y los finales de febrero lucen como el “Día D”, con el comienzo de la Copa Libertadores y la participación del Zulia FC.
Para la fecha habrán pasado poco menos de nueve años en el que el “Coloso” de Grano de oro recibió un torneo internacional, con el Unión Atlético Maracaibo en la Copa Sudamericana. El esplendor de esos días ya lo perdió el estadio. El tiempo de desidia debe compensarse en dos meses.
Para eso, gran parte de las autoridades del gobierno regional —responsable de las instalaciones— están volcados a ganarle la guerra al reloj. Los primeros pasos los dieron el lunes con una inspección en la que se encontraban varios órganos competentes. Entre estos, el secretario de infraestructura.
Jairo Ramírez; el de deportes, Leonet Cabeza; encargados de Corpoelec y directivos del club petrolero. “Hay que retomar lo que significa este estadio”, dijo Ramírez.
“Ponemos como prioridad el tema del alumbrado. Es complejo porque hay que hacer un banco de prueba, bombillo por bombillo. Hay que refaccionar el área VIP —que espera habilitarse para el domingo frente al Zamora—, el salón de árbitros, los baños, la sala de prensa”, añadió el arquitecto.
Para la iluminación se estima necesario un millón de dólares, para recuperar los 23 kilómetros de cable robados, sin embargo, Ramírez espera tener un presupuesto detallado para la otra semana. “Los técnicos ya están acá levantando el proyecto para conocer a detalle todo”.
Para el Zulia FC hay áreas específicas que necesitan especial atención para poder alcanzar los estándares internacionales que se necesitan para recibir la mayor competencia de clubes a nivel continental.
Iluminación, camerinos tantos locales como visitantes, sala antidoping y de árbitros, además de las áreas para la prensa. “El tema del alumbrado es el que más nos preocupa por estar en cero y se necesita en su estado más óptimo. Las otras se necesitan aire acondicionados y detalles de infraestructura, pero no es solo instalarlo, es tener la vigilancia necesaria para que no vuelvan a suceder los robos que tanto afectaron”, sentenció por su parte, Manuel De Oliveira, vicepresidente ejecutivo del equipo regional.
Sobre los gastos, el gerente tampoco se atrevió a dar una cifra exacta pero acotó que “excede por mucho lo que puede costear cualquier equipo profesional privado del país”.
Al estar clasificado a la fase de grupos, el Buque Petrolero disputará al menos tres encuentros de local en la Libertadores. “El engramado está en buen nivel pero sigue necesitando trabajo. En paralelo a todo lo que se haga se necesita que se cierre todo el perímetro del estadio, sin que sea un parque abierto como lo es actualmente”, puntualizó.
De Oliveira, pese a eso, se encuentra optimista. “Vemos con buenos ojos esta preocupación”.
En la gerencia negriazul aún no se piensa en el peor de los casos. “No queremos pensar en eso todavía. Vemos una buena voluntad con esta clasificación se traduzca en acciones y no haya que ponerse un límite de tiempo. La prioridad es jugar en el ‘Pachencho Romero’”.
Sin embargo, las alarmas se podrán encender a mediados de enero, cuando seguramente haya una inspección de Conmebol. “Si no está listo para esa fecha tendríamos que ir a otro escenario".