¡Fin del maleficio!: Tottenham vence al United y gana su primer trofeo en 17 años

Tras 41 años de sequía europea, el Tottenham Hotspur volvió a celebrar y levantó su cuarto título continental. Los Spurs se impusieron al Manchester United en San Mamés con un solitario gol (1-0) de Brennan Johnson antes del descanso.
Ange Postecoglou cumplió su promesa de "ganar un título en su segundo año", clasifica a la próxima Champions League y noquea a un United que toca fondo en una campaña que se vuelve dramática. Todo, dos años después de marcharse Harry Kane de Londres. Las ironías del fútbol.
Fue una final con más ambiente y tensión que fútbol. Lo habitual, sí, pero esta vez acentuado al enfrentarse 17º y 16º de la Premier League 2024-25. Sus malas temporadas en liga no eran fruto de la casualidad, y lo demostraron en Bilabo. Fútbol, poco.
Ocasiones aisladas, muchos nervios y constantes imprecisiones. Entre el discreto nivel, pocos destacaban... y la cara de circunstancias de Sir Alex Ferguson en el palco de autoridades se presuponía. De lo que fue su United... a lo que es ahora.
A Gareth Bale, también presente, lo levantó del asiento Brennan Johnson. Finalmente la UEFA le dio a él la autoría del 1-0. Un centro buenísimo de Sarr en un ataque aislado que se comía un dramático Luke Shaw al primer poste.
El extremo inglés, que sumaba su quinto tanto en esta Europa League, se convertía en el primer jugador en marcar para el Tottenham en una final desde Jonathan Woodgate en 2008. Casi nada.
A partir de ahí, el Tottenham se dedicó a sobrevivir y ver pasar los minutos mientras el Manchester United era incapaz de penetrar en una defensa bien ordenada. Solanke tuvo la sentencia en un contragolpe conducido por Udogie, pero perdonó. Y se metieron en un lío.
Los 'Red Devils' tiraron de orgullo y empezaron a asediar. La más clara llegó en el minuto 67: Vicario falló en una salida, Hojlund cabeceó y van de Ven, con un remate acrobático que puso en riesgo su integridad física, salvó el empate sobre la línea. No fue la última, entraba Garnacho.
El argentino ya avisaba con sus dos primeras intervenciones: dos balones recibidos, dos acciones en las que encaró a su rival. Y en la segunda se sacó un disparo ajustado que sacó Vicario con una gran mano. Pero fue un oasis en el estéril juego del equipo mancuniano más allá de las ocasiones que tuvieron los de Amorim en el descuento, por pura inercia y orgullo final.
Era el Tottenham el que celebraba en San Mamés. Su primer título desde 2008, el primero europeo desde 1984 y el cuarto de su historia tras dos Copas de la UEFA y una Recopa. Jugarán la próxima Liga de Campeones.