El diario plural del Zulia

Elvismar Rodríguez va por el "oro o nada"

Elvismar Rodríguez se convirtió en sensación en junio, al ser la primera venezolana en ganar una medalla de oro en un Grand Prix de judo. La joven atleta de 19 años y nacida en el estado Bolívar, será la única representante criolla del deporte japonés en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Ya en la Villa Olímpica y con un tono de voz ronco, por la gripe de la que se recupera y el cansancio que le provocaron las seis paradas para llegar a Brasil, Rodríguez conversó con Versión Final sobre su primera participación en unas Olimpíadas.

La judoca no ocultó su emoción por representar al país en la máxima justa de verano. “Soy la única representante del judo, pero también represento a los 30 millones de venezolanos que están en el país”, comentó.

“Sé que tengo las miradas de muchas personas en Venezuela. Todos los judocas confían en mí, y no solo ellos”, prosiguió.

La clave para que se materializara su llegada a Brasil estuvo en el entrenamiento que obtuvo fuera de Venezuela.

Luego de un fuerte impasse con el presidente de la Federación Venezolana de Judo, que recientemente involucró acusaciones de acoso sexual por parte del titular de la cartera, Ronald Salazar, hacia Rodríguez y Andrea Gómez, otra judoca, Elvismar consiguió viajar a la base de entrenamiento internacional en Hungría gracias a su entrenadora Katiuska Santaella, quien le obtuvo el apoyo de la Federación Internacional de Judo y febrero se codea con los mejores atletas del mundo.

"Siempre he tenido el apoyo de toda mi familia, de mis amigos y mis entrenadores. Ellos son los que siempre han estado ahí para arriba y para abajo, gracias a Dios y a ellos se dio la clasificación y también a mi entrenadora Katiuska, que ella es la que ha peleado, la que me ha ayudado a salir adelante, ella es la que siempre esta allí con los problemas de la federación”, dijo agradecida.

Le da fuerzas

De mala conducta e irresponsable la han tildado, pero su compromiso con el deporte habla a través de los resultados obtenidos, especialmente este año. De abril a julio, todo ha sido ganancia para la judoca de oriente. Literalmente.

A inicios de abril participó en el Grand Prix Samsun donde obtuvo la medalla de bronce, hito que repitió en el Panamericano de La Habana, a finales de mismo mes. En mayo volvió a visitar el podio, esta vez en el Grand Slam de Baku, Azerbaiyán.

En junio marcó la historia de judo venezolano al convertirse en la primera criolla en conseguir una medalla de oro en un Grand Prix (Budaspest) y en julio, precisamente ante de las olimpiadas, se bañó de bronce en el Grand Slam de Tyumen.

“No dejo que los problemas (con Fevejudo) me influyan. Eso me llena de fuerza para seguir adelante y sé que en cada competencia debo dar lo mejor y dar los mejores resultados para que ellos sepan que no soy la persona que ellos dicen”.

Buen fogueo

Para la oriental, que también alcanzó el bronce en las Olimpiadas de la Juventud de Nanjing 2014, el roce competitivo internacional le ha ayudado a tener más confianza.

“Yo tenía poco roce y salía y era difícil pasar a un segundo combate, pero desde febrero estuve en Europa, compitiendo, entrenando y ya fui superando los combates, llegaba a cuartos, disputaba medallas. Eso te da más confianza en ti mismo, porque cuando no lo tienes y no conoces a nadie, es muy diferente”.

Poco a poco se dio cuenta que hacía lo mismo y hasta trabajaba más duro que otros judocas internacionales. “En Venezuela hay muchas personas que eso es lo que les hace falta para salir adelante, siento que tenemos el nivel y solo tenemos que desarrollarlo, explotarlo. Ese roce competitivo que no se gana solo en Venezuela, sino en Europa y Asia también es lo que hace falta”, mantuvo.

Oro o nada

Personalmente, Rodríguez considera que no hay rival pequeño. “Mi categoría es súper difícil porque la número 1 ha perdido con la 21, la 5 le gana a la 1. Es un peso donde todas somos fuertes pero estamos ahí para dar lo mejor”.

Sin presiones y en franca recuperación de una molestia en su codo derecho, la número 19 del mundo está clara en lo que quiere. “No es solo llegar, participar y ya, o llegar entre los tres primeros. Me conformo con el oro, es lo que quiero y por lo que he trabajado”.

Elvismar se caracteriza en el combate por su persistencia. “Antes la confianza en las técnicas la tenía muy poca. Antes podía ir perdiendo por un ‘yuco’ y bajaba la guardia, pensaba que no podía ganar. Ahora todo ha cambiado. A veces puedo empezar perdiendo por una amonestación y termino ganando, cuando empato sigo hasta que gano”.

 

 

 

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