El Zulia está vetado para montar un evento
Alejandro Ferrabut tiene 11 años y estudia quinto grado en el colegio Dr. Ramón Reynoso Núñez. Es atleta de la selección zuliana de tenis de mesa y entrena en el gimnasio “Aura Bavaresco de Prieto”, del Complejo Deportivo de La Victoria.
Su pasión por el deporte que practica desde hace dos años la heredó de su madre, Marinés Valecillos, quien es árbitro internacional de tenis de mesa y quien le inculcó desde temprana edad los conocimientos que también tiene su hermano Gustavo Gómez, de 17 años, y también selección regional.
Ataviado con una franela roja, short negro, medias tobilleras, tenis grises y raqueta en mano, está Alejandro jugando en una de las mesas cercanas a la puerta de entrada pues la iluminación es pésima en el área de juego. Solo uno, el primer bombillo izquierdo de la primera hilera, funciona. Los demás no encienden.
“Las luces duraron una semana: se quemaron todos los bombillos y no hemos podido hacer nada. La asociación está vetada por la Federación pero porque acá no se pueden hacer torneos a nivel nacional porque no está en las condiciones requeridas”, soltó el entrenador Pedro Morillo a Versión Final.
Además del problema con las luminarias, el piso –que debería ser de conquer o vinil, materiales especiales para que los tenimesistas no resbalen al momento de los encuentros solo está cubierto de pintura. “Lo pintaron y lo dejaron así”, agregó Morillo. Con solo bajar la mirada se ven brochazos de pintura blancuzca sobre una superficie azul.
¡Qué calor!
Visitar a Ferrabut en su ambiente natural implica dirigirse a las instalaciones mantenidas por el Instituto Regional del Deporte del Estado Zulia (Irdez). Con solo entrar al “Aura Bavaresco” te recibe un calor abrasador y se evidencian las consecuencias del mismo: atletas empapados en sudor practicando el ping-pong porque los extractores que allí están instalados hacen demasiada bulla y cuando los encienden los aturden, lujo que no se pueden dar los atletas que practican uno de los deportes que demanda mayor concentración y enfoque.
“Y en julio el calor empeora, ahorita hay fresco”, advirtió Morillo mientras los muchachos sudaban la gota gorda cuando entrenaban. Eran las 3:30 de la tarde. “Este gimnasio tiene aproximadamente un año y medio de que lo repararon, pero dentro de las reparaciones que le hicieron hubo unas fallas”, continuó.
La temperatura no parece afectarle al joven atleta que ganó una medalla de bronce en el Campeonato Nacional sub 11 que se celebró en Yaracuy el mes pasado, pero es que con agarrar la raqueta se concentra en el ir y venir de la pelota que pesa 2,7 gramos y que puede viajar a 160 kilómetros por hora.
La bolita, de 44 milímetros de diámetro, sufre un rápido desgaste. A Ferrebut y compañía les hacen falta implementes deportivos, como las raquetas y las pelotas.
“Es un material importado y es difícil de conseguir y es muy caro”, destacó Morillo.
A pesar de esta situación, el gimnasio que alguna vez llegó a ser cada de entrenamiento de la cinco veces olimpista Fabiola Ramos, continúa su programación haciendo rankings estadales y torneos todos los sábados desde las 9:00 de la mañana, con el fin de promover la práctica del tenis de mesa, actividad que le ha dado méritos centroamericanos y panamericanos al país.