Debutó Thiago Alcántara y el Liverpool encontró nuevo ritmo dominador
AS.- La imagen que todos querían ver llegó en el descanso. Justo después del paso por vestuarios, la cámara del partido enfocó a Thiago Alcántara, que ya estaba vestido de corto, en rojo, dispuesto a salir a jugar la segunda mitad. La expulsión de Christensen en el 45’ impulsó a Klopp a dar el golpe definitivo: con Thiago, el Liverpool no perdería el balón. El español salió con personalidad, dio ánimos a todos sus compañeros y empezó a pedir el balón una y otra vez. Pases fáciles y pases por encima de la defensa, toques cortos y toques largos. Un poco de todo. Diez minutos más tarde, del 0-0 se había pasado al 0-2, ya insalvable para un Chelsea con diez.
Instantes después llegó la segunda de las imágenes del partido. Kepa Arrizabalaga entregó en bandeja un balón a Mané dentro del área, cuando buscaba a Jorginho, y regaló el segundo. Un error más del portero español en el momento más crítico de su estancia en el Chelsea: durante esta semana los ‘blues’ confirmarán el fichaje de Mendy, que se intuye titular desde el primer día y que pone aún más en duda el futuro de Kepa en Stamford Bridge.
La expulsión de Christensen cuando Mané se quedaba delante de Kepa fue el detonante que desniveló el partido. Hasta ese momento, durante todo el primer tiempo, el Liverpool fue superior, pero el Chelsea tenía esperanzas: Timo Werner. El alemán no fue delantero centro, sino que se escoró a la banda izquierda –dejando a Havertz de falso nueve- y desde ahí metió miedo a los visitantes. Suyas fueron las mejores jugadas hasta el intervalo, aunque Fabinho, central ante la ausencia de Joe Gómez y Matip, estuvo pletórico en el duelo.
A pesar de todo, el Chelsea tuvo una última opción de agarrarse al partido… y la tuvo gracias a Werner, por supuesto, quien forzó un penalti de la nada. Lo cometió Thiago. Sin embargo, todo un especialista como Jorginho lo falló. Alisson adivinó el disparo. Y también le sacó una clara a Abraham en el tramo final. Un portero que sí las paró.