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Viacrucis de la Juventud, la “Ruta del amor y la esperanza” que arribó a sus 25 años en Mara 

La meditación, la música, efectos especiales y una marea de feligreses fueron algunas de las características que acompañaron a los jóvenes en escena, quienes convirtieron la vialidad en pequeños escenarios alusivos a la época. Un acto de devoción que duró casi dos horas

Este domingo la Acción Católica alcanzó una meta anual, como lo es reunir a un centenar de ciudadanos en el Viacrucis de la Juventud y es que los mareses se desplazaron por las calles de San Rafael de El Moján al partir del paseo costanero, donde se comenzó la escenificación de la última cena hasta llegar a la plaza Bolívar, donde se realizó la crucifixión y la resurrección.

La meditación, la música, efectos especiales y una marea de feligreses fueron algunas de las características que acompañaron a los actores en escena, quienes convirtieron la vialidad en pequeños escenarios alusivos a la época. Un acto de devoción que duró casi dos horas.

En esta oportunidad, el elenco estuvo conformado por unas 30 personas. Entre ellos Anthony Espina, quien le dio vida a Jesús.

El joven de 17 años, de pelo ondulado y ojos azules, manifestó sentirse privilegiado de haber podido interpretar tal personaje. “Jesucristo se sacrificó por la humanidad y hay que darle gracias a Él más por todo el amor que sintió hacia nosotros en su pasión”, comentó.

“Le doy gracias a Dios por haberme permitido ser él en este viacrucis porque siempre lo había querido hacerlo.  En 2019 yo quería ser Jesucristo, pero era muy pequeño y ahora sí lo pude lograr. Dios es perfecto en sus tiempos”, agregó Espina, mientras se limpiaba la sangre y algunos raspones que aruños que quedaron en su cuerpo tras el evento.

Por su parte, Stefany Ríos señaló que para ella fue un privilegio interpretar el papel de la Virgen María porque pudo poner en carne viva todos los sentimientos que padeció María durante la pasión y muerte de su Hijo, su dolor, tristeza, valentía y serenidad.

“Es una experiencia que sin duda alguna, ha marcado mi corazón”, agregó, al tiempo que dijo: “Me siento totalmente honrada, agradecida, llena de dicha, alegre y satisfecha por mi actuación en esta obra tan importante en mi pueblo”.

“Me llena el corazón haber formado parte de esta historia, que durante 25 años se ha convertido en Patrimonio Cultural Intangible de nuestro municipio”, puntualizó Ríos.

25 años de fe y tradición

“Los pelos se me pararon de punta y el corazón se me agitó”, fue la descripción que dio Mariela Álvarez, una marense de 28 años, quien  también dijo haberse sentido conmovida a ver otros momentos de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

Álvarez relató que desde sus 5 años ve esta presentación en compañía de su familia, una tradición que se extiende entre los marenses. Es decir, desde hace más de dos décadas Mariela vive la “Ruta del amor y esperanza”, como también le llaman al Viacrucis que arribó en este 2023 a su XXV aniversario.

Este autosacramental inició en 1998 y se realizaba a través de las narraciones de bíblicas de la eucaristía mientras el elenco actuaba conforme a lo que escuchaba. Ya para 2008 y 2009 se realizaron adaptaciones de soundtracks para dar pasó una era distinta, un formato que se mantiene.

Sobre los 25 años de creación, Rubel González, director general, resaltó que “es una experiencia única que marcan a cada persona”.

“El fin es recrear todo lo que vivió Cristo y así llevarle a los feligreses y pueblo en general la compasión y las reflexiones propicias para esta Semana Santa. A este evento también se suma la calidad por envergadura dentro del municipio”, agregó.

Recordó que en 2017, de acuerdo a lo establecido en la Gaceta Municipal N° 0785 la Alcaldía de Mara, se constituyó al Viacrucis de la Juventud como patrimonio cultural intangible, con el fin de promover las manifestaciones educativas, culturales, religiosas conforme a los principios de la pluriculturalidad, a “fin de fortalecer la paz en las células familiares que forman parte de la jurisdicción”.

Una misión que se vio detenida hace dos años por la pandemia de Covid-19. “En 2019 solo faltaba una semana para la presentación cuando se notificó la llegada del virus. Por tanto, esta fue la edición 23 del viacrucis desde los 25 años de su creación”, precisó González.

De acuerdo al director general, para este año decidieron retomar con ansias y mucho entusiasmo, pese algunas dificultades. “Recordarnos una referencia constante del amor de Dios, según nos describen las 15 escenas que reflexionamos del viacrucis”, dijo.

Para el próximo año esperan renovar los audios que acompañan los diálogos de esta actividad, así como seguir dándole continuidad a la manifestación de fe que detiene año tras año las calles de Mara.

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