Venezolanos deben autofinanciar 63 % de los gastos para vencer al Covid-19
En Venezuela, el sistema público de salud se ha debilitado tanto que sus ciudadanos soportan, a sus propias expensas, los gastos sanitarios más elevados de América Latina.
Los venezolanos cubren en promedio el 63% de sus gastos clínicos y preventivos para enfrentar la pandemia de coronavirus, según datos de la OMS y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico; casi el doble que en Chile y más de cuatro veces que en Argentina.
En toda América Latina, los que tienen y los que no tienen recursos económicos viven y mueren en dos pandemias radicalmente diferentes, una extensión natural de la desigualdad económica que padecen a diario 652 millones de personas desde el Río Grande hasta Tierra del Fuego, reseña el portal Banca y Negocios.
Los médicos dicen que la necesidad de que los pacientes obtengan su atención en forma privada, o que compren sus propios suministros médicos para usarlos en hospitales públicos de escasos recursos, está dejando que un número incalculable de venezolanos pobres mueran durante la pandemia.
Sin embargo, algunos, unos pocos, pueden comprar bombonas de oxígeno, equipos, suero fisiológico, agujas y otros costosos suministros, además de contratar a enfermeras para que les atiendan en sus casas las 24 horas del día, indica un reportaje de The Washington Post.
Una familia con recursos o ayuda desde el exterior puede adquirir dosis de remdesivir, procedentes de un floreciente mercado negro local de medicamentos contra el coronavirus, a 140 dólares por unidad.
1.667 años de salario mínimo para no morir
Tras un gasto total de 20.000 dólares en tres semanas -una suma equivalente a 1.667 años de salario mínimo en Venezuela-, un grupo familiar pudiente puede asegurarse una robusta capacidad de combate contra el coronavirus.
Para miles de personas en América Latina, donde el 1% más rico gana el 21% de los ingresos de la región, el doble de la media del mundo industrializado, la supervivencia en una pandemia que se agrava se reduce a la economía.
A veces, sólo se trata del costo del oxígeno, del que algunos servicios sanitarios no tienen suficiente", dijo Ciro Ugarte, director de emergencias sanitarias de la Organización Panamericana de la Salud. "Las familias tienen que comprarlo y llevarlo a los hospitales. Si no tienen el dinero, en casos graves, su familiar probablemente morirá".
Los hospitales privados de América Latina, donde la atención puede costar más de 2.000 dólares al día, siguen siendo, en gran medida, el ámbito de los más ricos.
La atención domiciliaria está surgiendo como una alternativa menos costosa, incluso cuando drena los recursos de una clase media devastada por la pérdida de empleos relacionada con la pandemia.
Los hospitales públicos están tan mal equipados y financiados en Venezuela que una encuesta reveló que el 92 % de las máquinas de rayos X no funcionaban y el 68 % de las instalaciones carecían de agua corriente. Los pacientes se proveen habitualmente de oxígeno, agujas, antibióticos y suero fisiológico.