El diario plural del Zulia

Vecinos del 23 de Enero viven en la oscuridad

En el barrio 23 de enero no hay un consejo comunal que se encargue de los problemas de seguridad, velar que se realice la recolección de basura y la llegada y distribución de las cajas de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

Magaly Vázquez, miembro de la Unidad de Batalla Bolívar-Chávez (UBCH), es quien se ha hecho cargo de repartir los alimentos y productos de aseo personal una vez que llegan al sector.

Algunos vecinos aseguran que Vázquez se “autonombró” en el cargo que actualmente ocupa; razón por la cual consideran necesario crear un consejo comunal escogido por voto popular y que se reúna para encontrar soluciones a las problemáticas que enfrentan a diario.

De un día para otro, los habitantes de la avenida 19 del 23 de Enero deben tener el dinero que les permita comprar la caja de los CLAP, que solo lo han recibido dos veces: la primera en noviembre y la segunda el día 23 de febrero. La caja, que tuvo un costo superior a los 10 mil bolívares, contenía un kilo de leche, dos de caraotas, cuatro de arroz, harina de maíz, mayonesa, salsa de tomate y un kilo de azúcar. Pero algunas familias no son beneficiadas.

Angelmit Montiel es madre de una pequeña niña de dos años y lamentó “quedar por fuera” en la última entrega de estos rubros.

“No entiendo por qué pasa esto. A algunas personas sin bebés les vendieron las bolsas, a pesar de que se registraron hace poco, al igual que lo hice yo, pero la diferencia es que a mí no me dieron nada de comida. Es necesario que sean más justos”, concluyó.

Según Marisol García, una de las líderes de la comunidad, unas 400 familias están afectadas por la llegada irregular de los CLAP.

La delincuencia está organizada en bandas de jóvenes que se dedican a llevarse los bienes ajenos. La comunidad pide una “solución ya” en materia de seguridad.

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