Sin Metro, bus rojo ni efectivo: "Estamos obligados a caminar"
"Nos toca irnos con Fernando", bromeó José Chirinos con su esposa mientras partían desde la estación Sabaneta hasta el Centro de Maracaibo. Caminar era la "salvación" para llegar a su trabajo.
Minutos antes la operadora del Metro de Maracaibo anunció que por fallas eléctricas no funcionaría el servicio de transporte masivo. Así ocurrió durante todo el día.
Otra vez, por qué no avisan antes o cierran el Metro", vociferó un usuario ante la reiterada suspensión de las actividades de movilización. También reprochó la avería de los vagones a mitad de camino.
La paralización del Metro y la ausencia de buses rojos -que son habilitados para cumplir el recorrido desde la estación La Vanega hasta La Libertador- imposibilitan el traslado de los marabinos que intentan llegar a sus trabajos, hogares o escuelas.
La escasez de dinero en efectivo y de micros, buses y carritos por puesto deja a las unidades que maneja el Gobierno nacional como única opción de traslado.
Si la ruta no funciona los marabinos se quedan varados. Algunos optan por caminar para cumplir con sus obligaciones o diligencias.
Ayer el Metro no trabajó y hoy tampoco, así que caminé de mi casa en La Vanega hasta el centro. En la tarde me tocará lo mismo, porque los buses rojos no pasan con frecuencia", expresó Jaime Luzardo, de 49 años.
A Esperanza Rojas de 39 años, vendedora en un comercio de La Limpia, puso en movimiento sus piernas. Marchaba con un paso acelerado para llegar a su trabajo. Eran las 9:00 y ya tenía una hora de retraso.
Ella, como otros marabinos, dependen de los trenes del Metro y de los Yutong para llegar a su destino, sin ellos deben caminar. No tiene efectivo.
En el banco solo dieron billetes de 500, no los acepté porque los choferes ni los comerciantes quieren recibirlos, aunque estos no han salido de circulación", detalló la empleada que vive en Sabaneta.
La mujer extraña los primeros años del transporte férreo, cuando funcionaban varios vagones y en pocos minutos llegaba a su hogar. Usaba el servicio porque llegaba más rápido a donde quisiera ir y ahorraba pasajes.
Ahora estamos obligados a caminar, aquí no hay nadie que se preocupe por nosotros. Ya no sabemos qué hacer, sin luz, agua, comida, medicinas, efectivo ni transporte", lamentó.
Después de 40 minutos, José y su esposa llegaron caminando al Casco Central. Lamentaron que se les haya pasado una cola cuando bajaban las escaleras de la estación.
A eso tenían que añadirle que los metrobuses no pasaban desde hace un buen rato y la parada de Bella Vista y La Limpia estaban a reventar, así que respiraron profundo y esperaron a ver que sería de su suerte.
Los pasajeros elevan un grito de auxilio a las autoridades competentes. Piden que frenen el comercio con el papel moneda y la incorporación de nuevas unidades al transporte público.