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Sectores populares de Maracaibo incumplen cuarentena por Covid-19: Vecinos exigen patrullaje policial

"Caimaneras", los partidos de dominó y juegos de sóftbol son algunas de las actividades que se practican en las comunidades de la capital zuliana, que contradice la orden de distanciamiento social

A un mes del inicio de la cuarentena obligatoria para prevenir el coronavirus, vecinos de barriadas marabinas, incluyendo niños, se mantienen en las calles sin ninguna protección sin medir las consecuencias

Son las 7:00 de la noche y las calles de varias comunidades populares de Maracaibo están abarrotadas de personas, cual domingo de compartir familiar. Decenas de niños corretean y gritan, mientras sus padres se reúnen a jugar dominó y sus madres se aglomeran en pequeños grupos para conversar. De toda la multitud, solo 8 de cada 10 usan tapabocas.

Desde el inicio de la cuarentena el pasado 16 de marzo, ordenada por el Gobierno nacional, la rutina de estos marabinos va contra todo pronóstico. De lunes a lunes, salen a las calles de sus barriadas a "distraerse por el encierro", violando la más importante de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir la propagación del coronavirus: el aislamiento social.

Pese a que la orden es solo salir de casa para lo estrictamente necesario, como comprar medicinas, alimentos o ir al médico, los habitantes de los barrios aledaños a la urbanización Villa Baralt, al oeste de la ciudad, no la acatan.

"Parece no importarles la gravedad de la situación. Es como si no supieran los estragos que el coronavirus ha hecho en el mundo. Por un grupo de irresponsables se puede contagiar toda la comunidad y no es justo", comenta María Rivas, vecina del sector, quien asegura que solo ha salido en tres oportunidades a comprar comida.

Sin vigilancia policial

Por estos barrios no circula ningún funcionario policial que les recuerde a los ciudadanos que deben quedarse en casa, como se ha visto en otras zonas más urbanas donde los uniformados patrullan en motos gritando con un megáfono: "¡Váyanse a sus casas, sean responsables!" y, si es necesario, reclutan hasta su hogar a quien esté en la calle incumpliendo la cuarentena.

Residentes del barrio San José también reclaman la falta de conciencia y de responsabilidad por parte de los vecinos que, sin importar el peligro de contraer el virus, permiten que los niños y adolescentes se reúnan en la calle para jugar.

“Sin tapaboca, sudados y a veces hasta descalzos salen los niños a la calle, se juegan de manos, se gritan casi que en la cara, no saben el riesgo que corren ni la gravedad del asunto porque sus padres no les explican”, detalla Fabiola López, y agregó que los adultos responsables exigen vigilancia policial para que se cumpla el aislamiento y logren dispersar “esos bochinches”.

Demás vecinos del sector aseguran que acatar la cuarentena obligaría es tarea de todos. "Es inconcebible que la excusa que tienen es que se aburren mucho o salen a agarrar 'fresco' cuando se va la luz. Todos pasamos por lo mismo y a mi familia no la ves en la calle exponiéndose", expresa Marcos Núñez, uno de los ciudadanos que exige la presencia de las autoridades.

Sin temor a detención

En el sector La Montañita, además de aglomerarse en las calles, decenas de jóvenes también se reúnen todas las tardes en las canchas deportivas para "divertirse". Desde las 4:00 de la tarde, empiezan las "caimaneras" de fútbol, básquet o voleibol y ninguno de ellos usa tapabocas.

Ni las advertencias de prohibición y detención parece importarles. "Deberían prohibir que esos muchachos jueguen. Todos tienen contacto físico y ninguno se protege. Estos adolescentes saben que eso está prohibido pero por aquí no hay autoridad y ellos no son capaces de medir el peligro", precisa Carlos Farías, habitante del lugar.

La semana pasada, funcionarios de Polimaracaibo detuvieron preventivamente a 250 personas por no acatar la cuarentena por el Covid-19.

Los detenidos en las jornadas de patrullaje fueron llevados a la Academia de Polimaracaibo, ubicada en el Parque Vereda del Lago, donde recibieron una charla de aproximadamente 4 horas y se le instruyó cómo el virus perjudica el organismo de las personas una vez contagiadas.

Luego de la charla, a los detenidos se les entregó un tapaboca y fueron trasladados hasta sus hogares. "Si estas personas caen en la reincidencia serán multadas, reseñadas y puestas a la orden del Ministerio Público", dijo el alcalde Willy Casanova.

Fiestas ilícitas

Los fines de semana en estas comunidades siguen siendo como cualquier otro. La música empieza a sonar desde las 8:00 de la noche y durante toda la madrugada. Los vecinos ya saben que en alguno de los hogares cercanos hay una fiesta que, muchas veces, dura hasta el otro día.

"Desde el viernes empiezan las celebraciones. Puedes ver a una veintena de personas reunidas con música y tomando tragos. Es una gran irresponsabilidad", precisa Keila Gómez, habitante del barrio Libertador.

Estos sectores también son conocidos por organizar fiestas ilegales, llamadas "Open". El pasado 28 de marzo, oficiales del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (Cpbez) detuvieron a dos hombres por organizar una de ellas y violar toda norma.

El hecho ocurrió en el barrio Alma Bolivariana, parroquia Venancio Pulgar, al oeste de Maracaibo. Había más de 50 personas entre niños, adolescentes y adultos presentes en el lugar.

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