Ruta de LUZ: la flota que movía 14 mil alumnos al día hoy yace en un cementerio (I)
Chatarra. Solo eso quedó de la flota de autobuses amarillos y blancos que por décadas trasladó a miles de estudiantes de La Universidad del Zulia (LUZ) a distintas zonas de Maracaibo y demás municipios.
Hoy la alma mater no cuenta con rutas estudiantiles. Ya a mediados de 2017 solo funcionaban tres de las 45 unidades pertenecientes a la Dirección de Transporte. Meses después, el servicio desapareció.
En otrora, en los vehículos de la flota original se trasladaban entre 11 y 14 mil alumnos a diario, cuando LUZ tenía una matrícula de 75 mil estudiantes.
“Todos fueron desvalijados, no tienen transmisión, ni tren delantero, el stock de repuestos lo acabaron, al igual que las instalaciones administrativas de la Dirección de Transporte”, expuso Jesús Leal, director de Servicios Generales de LUZ, en conversación con Versión Final.
Las unidades, o lo que queda de ellas, reposan en el conocido “cementerio de buses de LUZ”, ubicado dentro de la Facultad Experimental de Ciencias, donde el panorama es desolador.
Durante un recorrido hecho por el equipo reporteril de este medio, se constató que no hay personal que trabaje allí, ni siquiera miembros de la Dirección de Seguridad Interna (DSI). Lo único que queda son los buses sin cauchos, sin vidrios, y hasta sin asientos. Son pura chatarra entre la maleza.
“Lamentablemente, no podemos ofrecer rutas estudiantiles a los alumnos y a zonas foráneas mucho menos. Veo complicado que podamos retomarlas de no tener apoyo de algún nivel de Gobierno”, enfatizó Leal.
De 14 mil estudiantes diarios movilizados a menos de tres mil mensual
La última flota donada por el Gobierno nacional fue durante el mandato de Raúl Leoni, hace más de 50 años. Desde ese momento hasta la actualidad, el mantenimiento dado a los buses fue esporádico, lo que aceleró su deterioro y conllevó a que su reparación sea imposible.
“La universidad pudo comprar los últimos Encava en 2007 pero los demás son de vieja data, no se pueden reparar”, precisó el trabajador.
Ahora, según el representante de Servicios Generales, LUZ solo tiene cinco autobuses activos asignados a la Dirección que dirige. Se utilizan para transporte de personal administrativo y para “prestar apoyo” a las facultades de Medicina, Agronomía, Veterinaria y Humanidades cuando los estudiantes requieren realizar alguna práctica de campo.
“Esos carros fueron asignados a su chofer, quienes se encargan de resguardarlo. No pueden dormir en la Dirección de Transporte, no hay garantía de que estén a salvo”, indicó.
En la actualidad, cumpliendo los fines para los que se utilizan los buses, se movilizan al mes unos dos mil 500 universitarios.
Las rutas cubrían gran parte de Maracaibo, desde Pomona hasta La Concepción, y atendía los destinos foráneos, entre los que figuraban Los Puertos, Cabimas, Lagunillas, Bachaquero, La Villa, Machiques, La Guajira, Mara y Santa Bárbara, Caja Seca y Carrasquero.
“La universidad se está quedando sin estudiantes y nosotros somos quienes damos vida a esto. Tengo clases tres veces por semana y eso implica un gasto de 40 bolívares cada día que debo venir. Nunca usé las rutas pero es un beneficio que me gustaría recibir”, opinó Mariela Boscán, estudiante del cuarto semestre de Comunicación Social.
Ella, al igual que Mónica Noritz, reside en la capital zuliana pero ambas necesitan utilizar transporte público para llegar a LUZ.
“Mi hermano estudió aquí hace años, como en 2010, y él me dice que todos los días esperaba el bus a las 6:00 am en la parada por la casa y de regreso iba a la parada de Ciencias, de donde salía el transporte a las 5:30 pm”, relató la chica, compañera de aula de Mariela.
La reparación es inviable
Hasta el momento, la única explicación que hay para que el dramático estado del transporte de LUZ haya llegado hasta este punto es la inseguridad. Denunció Leal que los robos han sido perpetrados tanto por la delincuencia como por trabajadores de la universidad. Solo algunos casos fueron investigados.
Según señaló, la directiva saliente de Servicios Generales, presidida por el ingeniero Eduardo Bracho hasta 2020, no presentó un informe de entrega.
“¿Cómo iba a explicar que nos entregaba un cementerio de buses después de tener 35 unidades operativas al momento que asumió? Cuando empezó la pandemia el problema se acentuó pero antes de eso ya la Dirección de Transporte estaba totalmente desvalijada”, refirió.
Por su parte, el Vicerrector Administrativo de LUZ, Clotilde Navarro, “ya no vale la pena” recuperar los autobuses, “tenemos que buscar nuevos, pero el dinero que nos asigna la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) no alcanza para eso”.
Todo lo que está en el “cementerio de buses de LUZ” será chatarrizado, proceso que no se ha ejecutado porque, al tratarse de material estratégico, es competencia del Ejecutivo nacional.
La Dirección de Servicios Generales, adscrita al Vicerrectorado Administrativo, ha hecho la solicitud de venta de los desechos metálicos, ferrosos y de aluminio, al igual que la de dotación de nuevos buses en múltiples ocasiones al Ministerio de Educación Universitaria, de Transporte, al Gobierno central, regional y a las Alcaldías de Maracaibo y San Francisco.
En ningún caso han obtenido respuesta.
El último documento fue entregado en agosto de 2021 al alcalde Rafael Ramírez, donde se especificó el estatus de los autobuses y la lista de necesidades. Aún siguen a la espera.
“Luego de realizar la evaluación técnica para ver la viabilidad de la recuperación de los buses podemos concluir que las reparaciones de estas unidades son inviables por el costo elevado que representan y que es mejor adquirir unidades nuevas o solicitar (…) la donación y dotación de una flota nueva y las que están presentes en el listado proceder inmediatamente al proceso de desincorporación y pueda darse en subasta para invertir dichos recursos económicos en las pocas unidades que están operativas”, reza parte del texto.
Navarro mantiene la “esperanza” de que sus llamados sean atendidos y reactivar las rutas estudiantiles, ahora que la cantidad de alumnos activos ronda los 22 mil, pues el presupuesto de 4 mil 800 millones de bolívares que maneja la casa de estudios es insuficiente.
“Tenemos planes de que vuelvan las clases presenciales en todas las facultades, como ya lo han hecho la de Medicina, Ingeniería y Humanidades. Eso nos podría permitir comenzar la ruta estudiantil específicamente en Maracaibo, en zonas muy específicas”, aclaró.