Retrasos en vuelos a Caracas reinan en aerolínea Estelar
No vuelan con regularidad a Caracas. Los aviones de la aerolínea Estelar Latinoamérica, en el aeropuerto de La Chinita, no despegan con puntualidad a Caracas. Por lo menos desde el viernes 4 de agosto hay retrasos de hasta cinco horas en sus vuelos de las 6: 15 de la mañana.
—No hay estimado para ese vuelo, señor. Era a las 6:15 a.m., pero…— Respondió una de las vendedoras a un hombre japonés que difícilmente puede comprenderla el miércoles 9.
El avión ni siquiera había salido de Maiquetía a las 11:05 de la mañana.
—El vuelo no se ha cancelado (…) De pasar eso, informaríamos a nuestra clientela y daríamos soluciones— agregó la empleada.
La cola frente a la aerolínea se hacía más larga. Hasta donde alcanzaba la vista, eran como quince personas formadas en desorden. Las personas murmuraban su malestar. Había una mesa con una cava con hielo y tres botellas de refresco, cortesía de la compañía. Héctor Piñero se servía un vaso con la bebida mientras le contaba su padecimiento a un conocido.
—Necesito llegar hoy a Caracas. Llevo la quimio de mi esposa (…) Y esta vaina que se atrasa (…) Me vine a Maracaibo para buscar el tratamiento, que me lo traían de Colombia, y no he podido salir. Desde el sábado pasado busco boletos— se desahogaba el comerciante.
Dos señoras se acercaron al mostrador de Estelar. Cuatro trabajadores daban vueltas, hablaban por teléfono; otros dos chequeaban la disponibilidad de otros vuelos.
—Disculpe, ¿vamos a volar hoy?— pregunta África Espina, visiblemente molesta.
La señora caminaba apoyada en su bastón gris, y se quejaba porque sus conexiones internacionales peligraban. La empelada repitió la respuesta, ya memorizada.
—El vuelo de las 6.15 no tiene estimado—.
Ceño fruncido. Respiración profunda. África Espina se llamó a cato: recuperó la cordura antes de responder.
—¿Qué pasará con mis conexiones?
Debía volar a Miami a las 10.00 de la mañana del viernes 11, con Santa Bárbara Airlines, y el sábado, a las 7.00, a Atlanta.
—Estelar desde Maiquetía protege las conexiones; no se preocupe—.
A la cola se habían sumado cinco o siete personas más.
—No, es que no me preocupo, porque de que vuelo hoy, vuelo—.
Hilda Vera, la segunda mujer que se acercó al mostrador de la compañía aérea y que hasta ese momento solo
escuchaba con atención, habló por primera vez:
—No, yo sí me preocupo; mi conexión es a las 7.00—.
Interviene la empleada.—Estelar corre con los gastos (…)—.
A 90 personas —al menos— que iban a montarse en el vuelo de 6.15 le dieron el desayuno y los mantuvieron hidratados toda la mañana. Cerca del mediodía, las señoras África e Hilda, Héctor, y el resto de los usuarios, caminaban hacia un restaurante en la feria de comida de la terminal aérea para retirar el almuerzo: se fueron a comer sin hora de salida.
Irregularidades recurrentes
Mariaisabel Rodríguez viajó el viernes 4. Pasó todo el día en Maiquetía y no pudo tomar el vuelo de las 6:15 a.m.
—A las 6.00.p.m. el vuelo estaba sin información (…) A las 7:30 p.m. informan que a las 9:00 p.m, y a las 9:00, que a las 11:00, y con un vale para la cena— recordó la mujer vía telefónica.
Ese vale de la cena no se concretó.Eran las 11:00 p.m. cuando reconocieron que no saldría el avión.
Estelar presenta fallas en las salidas y llegadas de sus vuelos hace dos o tres semanas, denunciaron algunos usuarios. Un empleado de la línea adjudicó los retrasos a fallas mecánicas en las aeronaves. Pero un trabajador del aeropuerto La Chinita lo contraria: la realidad es que, debido a la migración de líneas internacionales, algunas compañías usan los aviones destinados a vuelos nacionales para cubrir rutas hacia el exterior. Esta información, por más que se intentó, no se corroboró con la gerencia de operaciones de la terminal zuliana.
—A esa hora, dijeron que podían disponer de ocho cupos para ser usados por convenio con otra línea (…) Los pasajeros por solidaridad manifestaron que no iban aceptar esa propuesta— manifestó Rodríguez.
Una hora más enviaron a los usuarios a un hotel en Catia La Mar.
—En el bus veníamos como sardinas en lata—.
Llegaron al hotel pasada la medianoche. El gerente, entonces, se puso las manos en la cabeza y admitió que no tenía habitaciones para todos. Distribuyeron a 10 personas en tres hoteles más.
—Nos dijeron que iban por nosotros a 5:00 de la mañana, que nos buscaría un transporte del hotel y que a las a
6:00 .a.m. abordarían un vuelo—.
Ese vuelo de las 6:00 a.m. era ficticio. Estelar debió apoyarse en otra aerolínea para que, 19 horas luego, cumpliera con sus compromisos. No hay respuesta oficial.
En los aeropuertos La Chinita y Maiquetía ya se rumora sobre el servicio de Estelar Latinoamérica. No solo con los vuelos nacionales presentan retrasos, también con los aviones que viajan al exterior.
—Te voy a hablar claro: no compres en esa aerolínea. Vengo del centro del país y estoy esperando viajar a Panamá (…) Espero no se demore— sentenció una mujer, junto con su hija, que prefirió el anonimato.
El vuelo de las 6:00 de la tarde del martes 8 de agosto no despegó a tiempo. En ese se venía ella y, para no perder su conexión a Panamá, se vino a Maracaibo en autobús y esperaba su siguiente avión en La Chinita.
—La mayoría de los pasajeros que iban a abordar conmigo se quedaron en Maiquetía, esperando—.
Los empleados de la compañía no tienen mucho que agregar a las quejas de los usuarios. Carecen de autorización para dar respuestas. Las leyes nacionales establecen sanciones, pero el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac) no las aplica.
—¿Hay retiro de licencias cuando estas prácticas se vuelven recurrentes? (…) Esas líneas deben saber que sus clientes son ciudadanos, no cargas de bienes y servicios— reflexiona Rodríguez.