Polémica por comida podrida en LUZ
Parecían granos de arroz. Estaban por todas partes y se arrastraban sin sentido. Un centenar caía al piso como gotas de lluvia, pero no, eran gusanos, gusanos de la basura. La carne ya putrefacta y deshidratada despedía un olor repugnante, insoportable. Estaba estancada ahí, en los contenedores que reposan en la parte trasera del comedor central de la Universidad del Zulia (LUZ).
La escena parece repetirse. El pasado 22 de junio, unos 800 kilogramos de pollo descompuestos encendieron las alarmas de la comunidad estudiantil. La proteína había sido suministrada por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu), según confirmaron miembros de la contraloría de la Federación de Centros Universitarios (FCU).
“No aguantamos el mal olor. Eso lo sacaron de ahí del comedor el lunes después del mediodía. No sé si eran empleados de LUZ, pero sacaron varios kilos”, es el testimonio de uno de los trabajadores informales que labora en la avenida Universidad, y que expende sus productos a espaldas del comedor central. El buhonero se acercó al momento para ver qué era, pensó en llevárselo a sus perros pero ya el alimento estaba podrido. “Era carne roja”.
En el lugar solo se ven los huesos y los gusanos, también algunas bolsas de pollo que envolvían otro amasijo de comida podrida. En aquel día de junio los pollos se encontraban dentro de las cavas del comedor que estaban inoperativas, la comida que apareció ayer quizás forme parte de la misma situación.
Judith Aular, vicerrectora Acadé- mica de la casa de estudios, manifestó que según la información que ella manejaba eran solo huesos que además no pertenecen a la Universidad. “Eso es del concesionario que no sabemos por qué botaron eso ahí, el señor Javier Núñez, quien es el representante de eso podría decirte”. El equipo reporteril intentó comunicarse con Núñez, pero no fue posible el contacto.
Desde hace dos meses los comedores del alma máter permanecen cerrados por falta de alimentos. A principios del presente mes, el gobernador Francisco Arias Cárdenas activó un plan de contingencia para abastecer solo al comedor de la Facultad de Ingeniería, una semana después los estudiantes continuaban sin proteínas, y solo comían arroz con ensalada. Lo prometido llegó el pasado 25 de julio donde la Gobernación del Zulia despachó mil 500 kilos de pollo, 50 bultos de harina, 30 de arroz y de aceite con lo que se alimentan tres mil estudiantes.
Cierre
Para el mes de mayo Aular empezó a denunciar la preocupación por el inminente cierre de los comedores. Detalló que la situación obedecía a que no habían llegado los recursos financieros “y la Universidad no tiene cómo pagar esas deudas que se tienen con los concesionarios».
Destacó que después de las reuniones con Marjorie Cadenas, directora de la (Opsu); y Eulalia Tabares, viceministra para el Vivir Bien Estudiantil y la Comunidad del Conocimiento del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, estaban esperando la transferencia. No sucedió y hasta el momento se mantienen reuniones en el Consejo Universitario.