Pesebres zulianos reviven el amor y la unión familiar
Representar el nacimiento de Jesús, es una tradición navideña que se mantiene en los hogares de Venezuela y el mundo con el paso de los años. Desde que San Francisco de Asís representó un pesebre con personas y animales vivos en la Navidad de 1223, en el pueblo de Greccio (Italia), según cuenta la historia.
Las familias zulianas demuestran su creatividad al recrear el ambiente que acogió al hijo de Dios. Sin importar el tamaño, difunden sus creencias y promueven un mensaje de fe. “No hay nada más bonito que regalarle una sonrisa a los niños. Pese a la situación no podemos perder la esperanza de que todo mejorará”, expresó la señora Arelis Villarroel de Manzano, quien reconstruye en seis estaciones el recorrido de la Virgen María, desde la concepción hasta la llegada del Niño Dios.
En su obra exhibe la aparición del ángel Gabriel para anunciar a María que concebirá al hijo del “Creador”, la visitación de la “madre de Dios” a su prima Isabel y el nacimiento del niño en un establo de Belén. La huida de María, José y Jesús hacia Egipto, porque el rey Herodes ordenó el asesinato de los niños menores de cinco años, en su intento de matar a quien fue proclamado como El Salvador o rey de los judíos, es otra de las escenas plasmadas en su creación; así como la visita de los tres Reyes Magos.
-Melchor, Gaspar y Baltasar-, quienes vinieron desde el Oriente guiados por una estrella para ofrecer el oro, el incienso y la mirra a Jesús. El porche de su casa n°. 68-60 -en la calle 61 del barrio Los Olivos-, sirve como locación para el nacimiento que deslumbra a los habitantes del sector.
Y a los visitantes que se acercan por recomendaciones de sus conocidos, desde el 17 de noviembre. Dispuso unas 7.000 piezas de cerámica y materiales reciclados: ovejas, pastores, piñas andinas o piñones, patos, casitas, piscina, cactus, 70 luces, 60 plantas en materos hechos con botellas de plástico y unas 100 bolsas de papel ambientan el escenario. Por 45 días, Arelis diseñó el pesebre que construyó desde el pasado 2 de octubre.
Dedicó más de tres horas diarias para culminar la edi cación que realiza desde hace 23 años. Las luces y adornos transportan a Arelis a su infancia, cuando disfrutaba de los nacimientos que elaboraba su abuela Carmen Núñez, en Cabimas.
Esa misma sensación de regocijo quiere transmitirla a sus 11 nietos y a todos los niños, jóvenes y adultos marabinos. Su deseo es que reine la unión y el amor, en una época donde las familias comparten y agradecen a Dios por lo vivido.
Desde el sector La Trinidad, especícamente de los edificios Villa Hermosa, la triada Salata alimenta el espíritu navideño del pequeño Santiago. Expresaron que todas las decoraciones, incluyendo las piezas de cerámica que componen el nacimiento datan desde hace muchos años. La nona Karla, Diego, la abuela y el padre del infante de 3 años, dan continuidad a una costumbre que por más de 10 años alimentó la tía del pequeño, que hoy vive fuera del país.
Patio de Dios
El pesebre de Canchancha fue creado desde 1958 por Guillermo Cifuentes Montiel y su esposa María de la Cruz Gómez Álvarez, fundadores originales de la obra. Durante más de 50 años, el “Patio de Dios” era elaborado en la zona del norte de Maracaibo, que lleva su nombre. En 2015 fue declarado patrimonio cultural y símbolo de la zulianidad. Desde el 2.