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Llegada agridulce a Venezuela de los tripulantes del avión retenido: faltan siete

El ministro de Transporte, Ramón Velásquez, dijo que el país no descansará hasta que Argentina libere a los otros siete tripulantes -tres venezolanos y cuatro iraníes-, que están "detenidos ilegalmente"

La petición de libertad para los siete tripulantes del avión retenido en Argentina que permanecen en el país, con la prohibición de salir, marcó la llegada a Venezuela, este viernes, de los 12 que fueron liberados, tras más de tres meses en Buenos Aires, donde continúa la investigación de la aeronave por posibles vínculos con el terrorismo internacional.

Con música y aplausos de familiares, empleados del aeropuerto y personas que transitaban por la terminal, fueron recibidos los tripulantes -entre ellos 11 venezolanos y un iraní- luego de que aterrizaran en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, cerca de las 6:30 de la tarde.

Entre quienes los esperaban, estaba el ministro de Transporte, Ramón Velásquez, también presidente de la aerolínea estatal Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), propietaria del avión venezolano-iraní retenido en Buenos Aires.

Velásquez dijo a Efe que el país no descansará hasta que Argentina libere a los otros siete tripulantes -tres venezolanos y cuatro iraníes-, que están "detenidos ilegalmente", y devuelva la aeronave, que, según ha declarado recientemente el funcionario, importaba "vacunas, medicamentos e insumos médicos" y enviaba ayuda humanitaria a algunos países como "Colombia (y) Nicaragua".

El funcionario señaló que están "fortaleciendo más las estrategias (y) organizando los equipos diplomáticos para que, más temprano que tarde", aterricen en Venezuela tanto el avión como el resto de la tripulación.

Júbilo a medias

Entre los liberados, está el piloto Cornelio Trujillo -ingeniero de vuelo de 66 años de edad- quien, al llegar al aeropuerto, dijo a Efe que se sentía "feliz" por reunirse nuevamente con su familia y amigos en su país, tras "tres meses duros" en Argentina, donde, sin embargo, aseguró que fueron "bien tratados (y) bien mantenidos".

"Pero, de todas maneras, el daño psicológico que teníamos era bastante fuerte", agregó.

"Aunque fuimos nosotros liberados, tengo compañeros todavía en Argentina que están enfrentando el proceso, que, como yo, no tienen ningún tipo de culpa. Nos tuvieron allá 99 días y, hasta los momentos, no sé por qué, es político, no sé, ahí no me meto, pero, cuando mis compañeros regresen, ese día voy a ser muy feliz", dijo Trujillo, con 46 años de experiencia como piloto.

Tres largos meses de incertidumbre

El avión retenido en el Aeropuerto Internacional de Buenos Aires, en la localidad bonaerense de Ezeiza, es un Boeing 747 Dreamliner de carga, que fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y que actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa).

Ambas empresas están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

La aeronave ingresó en Argentina el 6 de junio procedente de México, haciendo escala en Venezuela, presuntamente para trasladar cargamento a una empresa automotriz, y dos días después despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.

Sin embargo, las petroleras argentinas no cargaron combustible al avión por temor a las sanciones de Estados Unidos y posteriormente, el 11 de junio, se difundió que el Gobierno argentino había ordenado inmovilizar el avión.

Unos días después, un juez ordenó retener los pasaportes e impedir la salida del país de los tripulantes, que nunca fueron detenidos y hasta ahora han tenido plena libertad de movimientos. Ya en agosto, el Departamento de Justicia de EE.UU. solicitó a Argentina que le permitiera confiscar la aeronave.

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