Les sobra un cromosoma, amor y entrega al trabajo
Cantan, bailan, ríen, trabajan y ganan medallas. Las personas con Síndrome de Down lejos de ser “discapacitados”, son seres con grandes destrezas, disposición de superación y sentimientos transparentes que no dudan en expresar con frecuencia.
Este se martes se conmemora en todo el mundo el Día de este trastorno cromosómico, que se caracteriza por la presencia de una copia extra del cromosoma 21, generando problemas con la forma en la que se desarrollan el cuerpo y el cerebro.
Sus rasgos físicos son diferentes y el aprendizaje un poco más lento, pero las personas con Síndrome de Down son capaces de desempeñarse en cualquier área, si se lo proponen.
El equipo reporteril de Versión Final conversó con algunas personas pertenecientes a la Fundación de Padres y Amigos de Adultos y Adolescentes con Discapacidad Intelectual (Funparm), que nacieron con el síndrome y han labrado caminos de triunfos, demostrando que son diferentes, pero no incapaces.
Zuleidy Hernández despierta a diario con la emoción de saber que asistirá a la fundación para cumplir con su jornada laboral. A sus 38 años de edad se desempeña como empacadora en las instalaciones de Funparm, como empleada de Zupla. Su sonrisa no se borra del rostro en ningún momento mientras cumple con su labor.
Además de trabajar, Zuleidy practica bocha o bolas criollas, como se le conoce coloquialmente. También Canta, es su segundo pasatiempo favorito.
Eleana Crespo se destaca en el bowling. Es su actividad favorita, además de asistir a la fundación para “ser feliz y liberar el estrés”, como ella misma lo asegura. Su voz dulce y su mirada alegre denotan el amor que siente por su trabajo, sus compañeros y profesores en la fundación.
Funparm es su pilar
Día tras día, aproximadamente unos 34 participantes diagnosticados con el trastorno cromosómico, asisten a Funparm para cumplir con su jornada laboral. Para ellos este es su espacio preferido, donde pueden ser libres y productivos, desempeñando diferentes labores en la comisión de servicios de diferentes empresas como Zupla, Genica, Mainca, entre otras.
Esta asociación se caracteriza por formar jóvenes y adultos con necesidades especiales para que sean completamente productivos, brindándoles la oportunidad de pertenecer a una empresa y devengar un sueldo.
La motivación que desde la fundación se brinda a los participantes es un punto clave para el desarrollo de estas personas que con la educación adecuada pueden llevar una vida normal y desarrollar su autonomía e independencia.