Hoy es la fiesta de Santa Lucía, patrona de los invidentes, conozca su historia
La historia de Lucía de Siracusa, mártir italiana de los primeros siglos de la cristiandad es un continuo llamado a la fidelidad al testimonio del evangelio hasta el ofrecimiento de la propia vida por amor a Jesucristo. Naciendo en Siracusa, ciudad de la provincia romana de Sicilia, el año 283, Lucía era de padres nobles y ricos, hija de Eutiquia; fue educada en la fe cristiana.
Durante su crecimiento consagró su vida a Dios e hizo un voto de virginidad, pero su madre, quien sufría de hemorragias, la comprometió a casarse con un joven pagano y ella, para librarse del compromiso, la persuadió para que fuese a rezar a la tumba de Águeda de Catania a fin de curar su enfermedad, lo cual ocurrió.
A raíz de esto empezó a donar su fortuna entre los más pobres, pero su pretendiente, en despecho, la acusó ante el procónsul Pascasio de ser cristiana, en tiempos del emperador Diocleciano.
Cuando Lucía fue arrestada, Pascasio le ordenó que sacrificara a los dioses, entonces ella le respondió: "Sacrificio puro delante de Dios es visitar a las viudas, los huérfanos y los peregrinos”. Irritado, ordenó a sus soldados a llevarla a un prostíbulo para que la violaran, diciéndole: "Te llevaré a un lugar de perdición para que dejes de ser templo del Espíritu Santo", sin embargo le replicó que “no hay pecado si no hay voluntad de pecar”.
En ese momento, por más esfuerzos que hicieron los soldados por moverla del sitio, la muchacha permaneció rígida como una roca, al ver esto se mandó someterla a suplicio con aceite y resinas de pez intentándola quemar viva, pero no lograron prender ni un cabello de su cabeza.
Se dice que en el transcurso del juicio, supo que el pretendiente la deseaba por la belleza de sus ojos y, al saberlo, sin dar signos de dolor se los arrancó y al darlos en una bandeja, se los remitió a quien tanto los admiraba, por ello es considerada abogada de la vista.
Finalmente, Lucía fue decapitada, ella antes de morir profetizó que las generaciones le rendirían culto por su testimonio, era el 13 de diciembre del 304. En la tumba de su santuario en Venecia, Italia se lee la frase “Mi fuerza y mi canto es el Señor”, bordeando sus reliquias.
Para la Iglesia marabina, la festividad de Santa Lucía es una fecha alegre al contar con una testigo del Resucitado que supo llevar el estandarte de la fe hasta las últimas consecuencias y lo celebrará hoy en especial en el con eucaristías a las 9:00a.m.,11:00a.m. y 6:00p.m., luego de la cual se realizará la tradicional procesión.
Asimismo el templo del Empedrao invita a los devotos a participar del día de mañana a la ofrenda del Chimbanguele y la subida de la sagrada imagen a partir de las 7:00p.m.