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Félix Calzadilla, el artista que busca darle una luz a Maracaibo a través de sus obras

@calzadilla.art, como es conocido el artista en las redes sociales, recalcó que busca “enseñar a inspirar” para que la gente empiece a sumar y pensar diferente, al tiempo que enfatizó que no es “aburrido, pasivo o anticuado”

Un mural sobre la calle adyacente al Centro de Bellas Artes y una pintura de más de 200 metros en la entrada de la Vereda del Lago, son algunas de las cartas de presentación de Félix Calzadilla, el artista que busca enlazar a Maracaibo con su línea continua.

Aunque este trujillano ha tenido la oportunidad de viajar por otros estados y visitar Colombia, la “Tierra del Sol Amada” es su urbe predilecta. “Una entidad necesitada de color y luz para la transformación de la sociedad”.

“Venía de Bogotá, una metrópoli con arte en la calle, al llegar a Maracaibo lo que había ya estaba desgastado y no tenía vida. Pintar fue una luz para mí y para el municipio porque generó cosas bonitas en la gente”, subrayó.

El licenciado en Diseño Gráfico resaltó que la creatividad, más allá que se refleja en las calles, “hace que los ciudadanos y la capital zuliana se torne más alegre y divertida”.

Entre sus piezas más emblemáticas está la elaborada en la entrada de la Vereda del Lago, la cual consideró que es la pintura de línea continua más larga del mundo. También destacan otros murales plasmados en la calle 72 con Santa Rita, el City Bank, el barrio Ciudad Bendita y el llamado "Corazones al cielo", dedicado a las personas fallecidas por Covid-19 en el Zulia.

Necesidad de apoyo a los talentos

Su labor se ha extendido y tiene planes de mantener la creación de obras para la capital zuliana. Sin embargo, no siempre cuenta con el tiempo necesario y los recursos, “ese apoyo real del todo”.

“Cuando nacen las ideas y se dan las cosas, todo surge y se da. La meta es llenar de color a Maracaibo”, ratificó el pintor, quien manifestó la urgencia que se colabore con los nuevos y viejos talentos.

 

“Lo que necesitan los artistas es apoyo, una ayuda importante. Es necesario entender que el arte es lo que puede transformar este país porque permite cambiar la mentalidad y que seamos mejores ciudadanos”, puntualizó.

El también profesor de la Facultad Experimental de Artes de la Universidad del Zulia (LUZ) resaltó que los escultores requieren formarse porque es lo que nutre. “También dependerá de lo que quieran lograr a través de esta vocación (...) El conocimiento te alimenta un poco más porque te favorece a alcanzar los propósitos que  tienes en la vida”, dijo.

@calzadilla.art, como es conocido el artista en las redes sociales, recalcó que busca “enseñar a inspirar” para que la gente empiece a sumar y pensar diferente, al tiempo que enfatizó que no es “aburrido, pasivo o anticuado”.

Además, rememoró que hizo su primera pintura sobre una pared en su cuarto cuando  tenía 12 años. Se trataba de un corazón con unas llamas tipo tatuadas.

Al ser cuestionado si es posible sobrevivir del arte en el Zulia, el pintor dijo que se podría vivir de todo pero “hay que tener una inteligencia emocional que permita adaptarte e ir en equilibrio con la circunstancia del país, lo que se puede lograr y hasta dónde puedas llegar”.

“Lo importante es entender, aceptar y trabajar con lo que se tiene. Yo vivo del arte y no hago más nada”, develó.

Artista desde su nacimiento

El hombre, de piel blanca y alta estatura, detalló que su formación inició desde lo empírico y tan nato como si las ganas de crear estuvieran desde que llegó al mundo.

“Siento que es parte de mi personalidad. No es que nació, el arte ya estaba en mí. Desde pequeño siempre he pintado, dibujado e imaginado”, señaló el valerano.

También rememoró cómo todo lo imaginaba fantástico y la manera en que su mente volaba la imaginación y las ansias de crear.

“Recuerdo que cuando tenía como 10 años, inicié a dibujarme las partes de cuerpo con carboncillo. Agarré una resma de hojas y empecé a pintar, como si se tratara de un dibujo libre. Aquí descubrí algo”, agregó.

Es así como el dibujo es la forma de decir y expresarse de Calzadilla. “Porque las palabras las entiendo pero el dibujo comunica mejor el mensaje que quiero decir”, refirió.

Para este trujillano, el arte rodea a todos pero muchas veces pasa desapercibido. “Por esto se sobreestima y se hace como si no valiera”, refirió.

Descendencia artística

El entorno primoroso familiar es parte de su historia. “Cuando tenía como 20 años, varias personas me habían hablado de Juan Calzadilla, un artista venezolano, quien es mi tío abuelo. Es crítico, escritor y poeta”.

Y fue su primer encuentro en la Galería de Arte Nacional donde descubrió su razón de ser y a dónde quería llegar, pues aseguró que su pariente tenía cualidades similares a las suyas.

“Una tía me llevó porque veía mis dibujos (…) Cuando lo vi entendí de dónde venía y a dónde iba. Se parecía mucho a mí, era parecido a su personalidad. Mi papá, tíos y primos tenemos rasgos característicos de los Calzadilla; forma de pararse, tono de voz”, describió.

Quizás han pasado unas décadas de este encuentro pero la misión de Calzadilla sigue vigente. Además, detalló que descubrió que la búsqueda no era tener un estilo propio, sino hacer lo que le gusta, como lo es el arte.

“Desde pequeño siempre quise crear un estilo propio, algo que creó frustración y rechazo de mí hacia el dibujo. Dejaba de dibujar y lo volvía hacer. Había cosas que pensaba que tenían que ser perfectas. Dije que deseaba hacer lo que quería. Descubrí que me gustan las cosas rápidas, crear y ver las cosas terminadas”, sumó.

Calzadilla se mostró agradecido con todo el apoyo que le han dado, desde sus amigos que le decían “qué lindo dibujo” hasta los patrocinadores que pudieron hacer posible sus exposiciones.

“Cuando me comentan y felicitan por hacer arte en la ciudad, es para mí como si fuera todo. Es para eso que lo hago, para que la gente sienta algo, esperanza, amor y energías bonitas. Algo que últimamente se ha perdido”, puntualizó.

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