Elder Dayán abarrotó el "Ana María Campos" en el cierre de la Semana Santa

Los conciertos de Semana Santa en el parque monumental Ana María Campos cerraron por todo lo alto este domingo 31 de marzo, con la presentación de la estrella del vallenato, Elder Dayán, la gaita de Alitasia, el merengue de Las Chicas del Can y la cumbia de Mijares y sus Corraleros.
Las adyacencias del parque estuvieron colmadas de personas de todas partes de Maracaibo y el Zulia, quienes dieron una atmósfera indescriptible en el cierre de la Semana Mayor, en el Domingo de Resurrección. Las cinco noches de conciertos gratuitos fueron realizadas por el presidente Nicolás Maduro.
El grupo Mijares y sus Corraleros abrió la velada alrededor de las 7:30 de la noche, con su contagioso ritmo de cumbia, y los éxitos más queridos por el público.
Luego, el legendario grupo Las Chicas del Can hizo su aparición, con sus inolvidables temas como “Juana La Cubana”, “Las Pequeñas Cosas” y “La Loba”.
Con su sello distintivo de baile, fiesta y alegría merenguera, animaron a los asistentes a moverse al son de los icónicos temas de la agrupación.
La gaita zuliana llegó con el espectáculo de Alitasia, quienes cumplen 25 años de trayectoria, y avivaron el sentimiento de orgullo regional en el parque monumental.
Sus canciones que ya forman parte de la historia del género, como “Con las manos en el pecho”, “Gaita de Otrora”, “Hablame de Maracaibo”, hicieron cantar a todo pulmón a la marea que se acercó en la noche del domingo.
Por último, la estrella más esperada hizo gritar de emoción a todos sus fanáticos, y es que Elder Dayán salió en medio de una ensordecedora ovación para traer lo mejor del vallenato.
Su más reciente éxito: "Reina Guajira", así como "Modo Avión", "Amantes", "La Vainita", "Nunca fui dueño" y algunos clásicos de su padre, Diomedes Díaz, sonaron en su melodiosa voz y junto con el acompañamiento el acordeonero Lucas Dangond.
También firmó diversos carteles traídos por el público, tuvo tiempo para tomarse fotos con fanáticas de todas las edades en tarima y así devolver el enorme cariño brindado por la ciudad de Maracaibo.